Los colegios gallegos, y los españoles en general, suspenden en la ventilación de sus aulas, pero también en el confort y la calidad ambiental de las mismas, según revela un estudio realizado por la Universidad de Burgos. En concreto, para los centros de Galicia analizados explica que sus alumnos apenas disfrutan de aire limpio y temperatura y humedades óptimas poco más del 7% del tiempo que están en clase. Es decir, únicamente unos 20 minutos lectivos de las aproximadamente cinco horas que pasan al día en el colegio. La situación a nivel nacional la consideran igual de insuficiente, pues los indicadores ideales se incumplen el 84% de la jornada escolar.

Según el estudio, la temperatura adecuada de las clases tendría que ser de entre 20 y 25 grados, con una humedad de entre un 40 y 60% y niveles de CO2 por debajo de 1.000 ppm (partes por millón). Una regla que, sin embargo, se incumple la mayor parte del tiempo en los 36 centros educativos sometidos a la muestra y que han firmado un contrato de confidencialidad (cuatro de ellos ubicados en Galicia).

En el caso gallego, la peor realidad se da en los dos colegios del interior, donde las condiciones de confort apenas se cumplen el 6% del tiempo en el de Ourense y el 3,5% en el de Lugo. Los datos son ligeramente superiores en la escuela de Vigo, en donde solo el 7,5% de la jornada escolar hay una temperatura y humedad confortables, además de una buena calidad de aire. Esto equivale a 22 minutos sobre cinco horas diarias de clase. El centro de A Coruña es que el que presenta mejores números, con un 13,7% y 41 minutos de condiciones idóneas.

Pese a que las mediciones se realizaron durante el curso 2017-2018, el Covid coloca sus resultados en primer plano. "Es un momento complicado y, si tuviéramos edificios adecuados, el problema de la pandemia de coronavirus SARS-CoV-2 sería menor", sostiene el autor de la investigación, Juan Manuel Manso,