La presión sobre las UCI del área sanitaria de A Coruña y Cee aumenta a un ritmo nunca antes visto, hasta el punto de que ayer había ya 79 enfermos con COVID ingresados en esas unidades, diez más que el viernes. Y todo esto apenas tres días después de rebasarse el pico de hospitalizados en críticos de la primera ola de la pandemia, registrado el 3 de abril. Entonces, las UCI coruñesas llegaron a albergar a 53 pacientes con la infección causada por el SARS-CoV-2. Hoy la ocupación de esas unidades por enfermos COVID es ya un 50% superior, según los datos del último balance diario del Servizo Galego de Saúde (Sergas). Preocupa, especialmente, la situación del Hospital Universitario, donde están ingresados 72 de esos enfermos críticos, la tercera parte del total gallego (228).

El aumento de la presión sobre las UCI del centro de As Xubias llevó a la dirección médica del Chuac a habilitar, esta misma semana, una nueva unidad de críticos en los “antequirófanos” de la tercera planta, es decir, en los espacios del área quirúrgica donde los pacientes son recibidos cuando van a ser intervenidos y donde esperan antes de acceder al quirófano propiamente dicho. Las camas de críticos requieren de un equipamiento y de unas prestaciones para los enfermos que implica que ocupen un espacio mayor que las convencionales de las plantas de hospitalización, de ahí que todavía no se pueda precisar con exactitud de cuántas plazas dispondrá finalmente la nueva unidad de la tercera planta. No obstante, desde la dirección médica del Chuac especifican que se trata de un espacio “diáfano y grande”, provisto ya de tomas de oxígeno, en el que se irán instalando camas “a medida que se vayan necesitando”.

La posibilidad de habilitar el área quirúrgica de la tercera planta del Hospital Universitario para albergar a enfermos críticos con COVID ya estuvo sobre la mesa durante la primera ola de la pandemia, aunque finalmente no hubo que recurrir a esos espacios. Entonces fue suficiente con las dos unidades de críticos que la dirección médica del Chuac acondicionó en antiguos bloques quirúrgicos del edificio principal de As Xubias. La primera, con una veintena de camas y situada a escasos 25 metros de la UCI principal. La segunda, ubicada en la sexta planta, con una capacidad algo superior. Ambos espacios se han mantenido también, desde entonces, operativos.

Siguen aumentando los ingresos en UCI, aunque parecen estabilizarse las hospitalizaciones, pues ayer había 392 enfermos con COVID en los centros hospitalarios coruñeses, solo 2 más que el viernes. La mayoría (358) están en el Hospital Universitario, mientras que el Virxe da Xunqueira de Cee alberga a una docena de esos pacientes, el Modelo a 15 y el Quirón, a 7. De los 22 enfermos con COVID que atienden estos dos hospitales privados, 7 están en la UCI.

A última hora de la jornada de ayer, el Sergas notificó un total de 7 nuevas defunciones por COVID en el área sanitaria de A Coruña y Cee, todos en el Hospital Universitario. Los fallecidos son cinco hombres de 77, 79, 83, 84 y 86 años, y dos mujeres de 91 y 96. Todos con patologías previas. Con estos siete nuevos decesos, la demarcación coruñesa suma ya 419 víctimas mortales desde el inicio de la pandemia. En toda Galicia se notificaron ayer 9 muertes por la infección causada por el SARS-CoV-2.

“Hasta 570 camas” disponibles para críticos en la sanidad pública gallega

El gerente del Servizo Galego de Saúde (Sergas), José Flores, admitió ayer que la situación es “preocupante” por la incidencia del COVID y el aumento de la presión hospitalaria, aunque insistió en que Galicia tiene aún “capacidad de crecimiento” para atender a pacientes críticos, cifrando en unas 785 las camas que se podrían usar entre hospitales públicos y privados. “Nos preocupa, en general, la ocupación hospitalaria”, aseguró el gerente del Sergas al ser preguntado sobre la situación en las unidades de cuidados intensivos (UCI), aunque reconoció el área sanitaria de A Coruña y Cee es, “quizás la más comprometida”. Flores se remite al plan de contingencia para dar respuesta a las necesidades tanto en planta como en UCI para incrementar las camas. Entre otras cuestiones, apuntó a las opciones de reprogramar cirugías “que no comprometen clínicamente al paciente” o la “reubicación” de pacientes en otros centros “dejando plantas libres para enfermos COVID”. En el caso de las UCI, el gerente del Sergas recalcó que lo que condiciona su capacidad son “la disponibilidad del soporte respiratorio por la patología del COVID y los recursos humanos”. “Es lo que condiciona el número de camas globales que se podría tener”, apuntó Flores. Respecto a si hay margen para que esas unidades alberguen a más pacientes, señaló que los sistemas de salud “van creciendo para atender sus necesidades a base de reconvertir camas”. “Galicia tiene, entre la sanidad pública y la privada, una capacidad que estimamos en torno a las 785 camas que se podrían dedicar a tratar a pacientes críticos, en públicos hasta 570 camas”. “No están disponibles porque están utilizadas para otras funciones, pues se sigue operando. Iremos subiendo de fase a medida que lo necesitemos”, apuntó, sobre el posible uso de esas camas. Respecto a los hospitales de campaña, el gerente del Sergas reiteró que están previstos como “última fase” e incidió, en alusión a la afirmación de algunos profesionales de que estamos en una situación de “guerra”, en que hay áreas sanitarias “con capacidad de crecer”.