El próximo 8-M no podrán celebrarse manifestaciones en Madrid. La Delegación del Gobierno en la comunidad madrileña, la autonomía con peores datos epidémicos de España, comunicó ayer la decisión de anular las concentraciones. Es, al menos de momento, la única comunidad que no da luz verde a las movilizaciones del Día de la Mujer, aunque todas tienen la misma limitación: ninguna puede superar las 500 personas.

Sin embargo, en Galicia están comunicadas y aceptadas hasta 85 manifestaciones y concentraciones en ciudades y villas, tal y como confirman desde las correspondientes Subdelegaciones del Gobierno. De hecho, la decisión depende de las delegaciones del Gobierno central en cada comunidad, pero estas deben de seguir el informe de las autoridades sanitarias autonómicas. Es una condición que no existía hasta mayo de 2020, introducida por el estado de alarma (antes solo se requería el informe de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado).

Fuentes de la Delegación del Gobierno en Galicia aseguran: “Nosotros trasladamos las solicitudes y solo se deniegan si hay un informe negativo de Saúde Pública de la Xunta. De momento, Sanidade respondió que ‘deben atenerse a la actual normativa sanitaria”. “Así que, si no lo hay, como es el caso, impera el derecho fundamental a la manifestación”, indican desde la Delegación del Gobierno en la comunidad gallega.

Además de en Galicia —donde están convocadas 85 marchas y concentraciones—, también habrá movilizaciones en Andalucía, concretamente 46, entre el 7 y el 8 de marzo. Y , por poner un ejemplo, en Canarias se ha dado el visto bueno a 15, una más que en Aragón. También habrá en Castilla León, Asturias o Navarra, entre otras comunidades.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha pedido al Gobierno que “concrete de una vez y “aclare” si las manifestaciones convocadas por el Día de la Mujer están prohibidas en toda España. Tras la reunión semanal del Gobierno gallego, preguntado por si Galicia, como autoridad delegada en la pandemia, pedirá a la Delegación del Gobierno la prohibición de estos actos por motivos de sanidad pública, Feijóo criticó los “bandazos” del Ejecutivo sobre la autorización de este tipo de actos.

El presidente gallego recordó que hace pocos días se autorizó en Santiago una manifestación de negacionistas, muchos de ellos venidos de fuera de Galicia, que está cerrada perimetralmente, y sin mascarilla. “Algo sorprendente. Por lo tanto, sería bueno si puede aclarar si las manifestaciones del 8-M están prohibidas en toda España”, indicó el presidente de la Xunta.

“Nosotros tenemos muy claro que en pandemia, en estado de alarma, con toque de queda, con limitaciones en la hostelería y en otros servicios autorizar esos actos es una decisión de alcance y de hacerse deben cumplirse todos los controles sanitarios”, señaló Feijóo, que mostró su deseo de que el Gobierno haya aprendido de sus “errores negligentes” durante la pandemia, como fue, en su opinión, haber permitido la celebración del 8-M.

Por su parte, la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha garantizado que el Gobierno cumplirá “al dedillo” las recomendaciones sanitarias y no acudirá a las movilizaciones del 8 de marzo, aunque ha reprochado a la extrema derecha que “pretenda criminalizar” al movimiento feminista”.

“En el Gobierno tenemos que ser estrictos, lo tenemos claro, y partiendo del respeto escrupuloso a las normas sanitarias es mi responsabilidad alzar la voz en favor de que no se criminalice al movimiento feminista que está planteando el mejor programa de transformación de este país y vela por los derechos de las mujeres que han sostenido este país cuando estaba paralizado”, indicó Montero en una entrevista en Televisión Española.

La titular de Igualdad se ha preguntado los motivos por los que si “ya se ha dicho que la salud es lo primero”, se sigue “poniendo en el foco al movimiento feminista” y se ha mostrado convencida de que “hay motivos suficientes para que este sea un 8-M con más feminismo que nunca y indicando cuáles son las barreras y defendiendo la capacidad del movimiento para organizarse”.

Desde el gobierno autonómico madrileño se mostraron ayer satisfechos con que finalmente se prohíba cualquier manifestación el 8-M en la comunidad. La presidenta Isabel Díaz Ayuso consideró “muy prudente” la decisión del delegado del Gobierno, José Manuel Franco, que asegura se habrá guiado por “los informes de la Consejería de Sanidad y la situación de la pandemia”. Además, cree que no querrá que “se repitan situaciones como las del año pasado”, cuando se celebraron 70 marchas feministas en Madrid.