La crisis causada por la pandemia de coronavirus ha disparado la cifra de gallegos con problemas no solo para llegar a fin de mes, sino para llenar la cesta de la compra. En el último mes, 5.000 ciudadanos más recibieron el bono alimentos de la Xunta para poder adquirir productos de primera necesidad con una tarjeta que les ofrece entre 150 y 300 euros al mes. Las beneficiarias son ya 40.000 personas de 25.000 hogares gallegos.

En julio, la Consellería de Política Social puso en marcha esta iniciativa, que facilita una tarjeta monedero anónima a quienes cuentan con escasos ingresos. El umbral para acceder a ella es no superar el nivel de la renta de inclusión social que le corresponde a un hogar: 423 euros mensuales para una persona que vive sola o 570 si son tres miembros.

Cada mes, la tarjeta es recargada automáticamente con 150 euros para hogares unipersonales, 200 para los compuestos por dos miembros y 300 si son tres o más.

“Es una ayuda directa a las familias, una herramienta para proteger a las personas más vulnerables”, destacó ayer la conselleira de Política Social, Fabiola García, en un acto en la ciudad de A Coruña en el que estuvo acompañada por el director xeral de Inclusión Social, Arturo Parrado y la presidenta de Cruz Roja en Galicia, Carmen Colmeiro. Esta asociación es la encargada de entregar estas tarjetas o bonos de alimentos a los beneficiarios que pueden financiarse durante nueve meses.