Cinco días después del fin de las vacaciones de Semana Santa, empieza a notarse el impacto de haber redoblado los contactos sociales en esos días festivos: 206 nuevos casos de coronavirus, 60 casos más que 24 horas antes y casi el doble que el lunes (112). Es la primera vez desde el 13 de marzo con más de doscientos infectados nuevos.

Una cuarta parte de los nuevos positivos, 53, se detectaron en el área sanitaria de Vigo; seguida de la de A Coruña y Cee, con 44. Les siguen las de Santiago y Barbanza y Ourense, con 32 nuevos casos registrados cada una; la de Lugo y A Mariña, con 21; Pontevedra y O Salnés, que suma 20 infecciones; y finalmente Ferrol, donde solo se notificaron cuatro positivos en un día.

En el arranque de la tercera ola, tras las fiestas de Navidad, sucedió algo parecido, pero entonces las cifras del punto de partida ya eran más alarmantes. El 7 de enero, un día después del día de Reyes, se registraron 678 casos nuevos, y el 13 de enero, ya eran 1.047. Pero entonces, los infectados por COVID en la comunidad ya eran muchos más: 7.189 casos y 10.514 contagiados, el día 13.

El resultado final es que ahora en Galicia son 2.286 los infectados por COVID-19, 82 más en 24 horas, pues igual que se detectan casos nuevos también hay bajas de los infectados que se curan.

El área de Ferrol es la única de Galicia en la que bajaron los enfermos de SARS-CoV-2, hasta los 71 (-4), mientras que en el resto subieron: en Vigo, que se mantiene como área con más casos activos con 625 (+22); en A Coruña, a 606 (+8); en Ourense, a 173 (+24); en Santiago, a 349 (+18); en Pontevedra, a 302 (+13); y en Lugo, a 160 (+12).

La próxima semana la Consellería de Sanidade debe decidir si continúa con la desescalada. Encima de la mesa está la ampliación del toque de queda y de los horarios de la hostelería. Desde ayer, en Galicia ya se permiten las reuniones sociales en los domicilios, con un máximo de 4 personas no convivientes y seis en el exterior.

Sanidade deberá analizar otros datos, y no todos son negativos. La presión hospitalaria que deja la pandemia de la COVID-19 en Galicia se mantenía ayer sin variaciones, con 167 pacientes: 142 en plana, uno más que el día anterior, y 25 en unidades de cuidados intensivos, uno menos.

Por áreas sanitarias, las únicas que registraron repuntes en la presión hospitalaria son las de Santiago y Barbanza y Ourense. En la santiaguesa, subieron en cinco los pacientes en planta hasta los 19, si bien se mantuvieron en cuatro los críticos; y en la ourensana subieron en uno los de unidades convencionales, hasta los 15, aunque no variaron los de cuidados intensivos, que son dos.

En el área de A Coruña y Cee disminuyeron los enfermos en planta hasta los 50 (-2) y los críticos siguen en nueve (sin variaciones). La demarcación de Lugo redujo ligeramente la presión asistencial, con cuatro pacientes en planta (-1) y tres en cuidados intensivos (igual); y en Ferrol, donde no hay enfermos COVID en UCI, bajaron a seis (-2) los que están en planta.

El área de Pontevedra y O Salnés, por su parte, se mantiene en los 22 hospitalizados (-20 en planta y dos en UCI), mientras que en el resto de zonas descendieron. En Vigo, los hospitalizados en unidades convencionales se mantienen en 28 (sin cambios), aunque bajaron los de UCI a cinco (-1).