Ante el desencuentro del Gobierno en torno a la ley trans, algunos de los grupos que apoyan al Ejecutivo, en concreto ERC, JxCat, Más País, Compromís, Nueva Canarias y la CUP, impulsaron una proposición de ley que recoge los planteamientos del borrador legal elaborado por el Ministerio de Igualdad y que causa reticencias en el área socialista del Gobierno. Pero la proposición de ley ni siquiera será tramitada en el Congreso. El PP y Vox votaron ayer en contra y el PSOE decidió abstenerse, lo que provoca que la iniciativa acabe en dique seco. Otro choque en el seno del Ejecutivo, evidenciado en el hemiciclo. Y el primero desde la salida de Pablo Iglesias de la política.

Unidas Podemos recibió ayer el respaldo de toda la izquierda, pero también del PNV, de Ciudadanos, de Junts y del PDeCAT, mientras el PSOE facilitaba que se impusiese el rechazo de los dos grupos más a la derecha.

El texto de la proposición recoge la llamada autodeterminación del género, que permite el cambio de sexo registral con la mera “declaración expresa” del interesado, sin necesidad de informe médico u hormonación. Una posición que choca con la parte socialista del Gobierno, encabezada por la secretaria de Igualdad del partido, Carmen Calvo, que considera que hace falta algún tipo de testimonio o documento que acredite que hay una situación transexualidad estable, para dar al texto “garantías”.

Precisamente, la necesidad de que la nueva regulación contenga seguridad jurídica fue el argumento esgrimido por la diputada socialista Susana Ros para defender la abstención del partido a la propuesta legal. “Compartimos que es urgente la despatologización, pero la ley presenta cuestiones de fondo que no compartimos y cuestiones muy mejorables”, señaló Ros.

Asimismo, explicó que para el PSOE es tan importante “el avance en derechos como evitar su impugnación”, recordando la posibilidad de que el PP y Vox recurran la iniciativa ante el Tribunal Constitucional. Asimismo, la parlamentaria afirmó que la legislación en la que trabaja el Gobierno, y que en aras del consenso está en proceso de fusión con la ley Lgtbi está “cerca de llegar al Consejo de Ministros”. A su vez, Rafael Simancas, portavoz del PSOE en la Cámara baja, sostuvo que la ampliación de los derechos de las personas trans ha de hacerse “con rigor y seguridad jurídica”.

El PSOE endureció, no obstante, en las últimas horas su posición, puesto que el pasado lunes fuentes de la cúpula socialista dejaron la puerta abierta al sí si Vox y PP votaban en contra del borrador de la futura ley trans y era necesario para facilitar la tramitación.

“No nos oponemos a que se tramite”, sentenció Simancas en rueda de prensa para defender su abstención (en un intento de mitigar el choque con Unidas Podemos), aunque ya sabía que con esa posición impedía que saliera adelante. “Somos responsables de nuestro voto, no del voto de los demás”, argumentó en referencia al voto en contra de PP y Vox.

Estos argumentos no calaron en su socio de Gobierno. La ministra de Igualdad, Irene Montero (Podemos), tomó la palabra de forma inusual tras el debate y en tono disgustado pidió perdón al colectivo trans porque su ley no haya llegado aún de la mano del Gobierno central al Congreso. Asimismo, mostró su extrañeza porque una propuesta legal que reconocía la autodeterminación de género, elaborada en el año 2019 y apoyada por el PSOE, tuviera entonces “seguridad jurídica” y ahora la proposición de ley de los grupos minoritarios y el borrador elaborado por el Ministerio de Igualdad, según los socialistas, carezca de ella.

Irene Montero mostró su “firme compromiso” con que la “libre identidad de género sea una realidad” esta legislatura y además justo antes del Día del Orgullo, el próximo 28 de junio.

Por su parte, los grupos proponentes lamentaron que los socialistas ni siquiera dejen que la proposición se tramite, para que en el proceso pueda ser enmendada. Desde Más País, Íñigo Errejón recordó que el Gobierno les pide constantemente su apoyo a diversos reales decretos, con el compromiso de negociarlos después en la Cámara baja, y ahora el PSOE se niega a hacer lo mismo. “Yo sé que todavía hay diferencias, pero se discuten”, señaló Errejón. “Hoy la abstención es votar no, con los que consideran, como Vox, enfermos a las personas trans”, sostuvo, por su parte, Mireia Vehí, de la CUP.