Trabajadores del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) denunciaron ayer un “nuevo colapso” del servicio de Urgencias que provocó que hubiese “pacientes amontonados en hasta tres pasillos” y que alguno tuviese que esperar “24 horas” hasta que quedase una cama libre en planta para poder ingresar. Desde la gerencia reconocían que se tomarán medidas inmediatas para paliar la “situación que se ha vivido en Urgencias” debido a “un importante repunte de la demanda, a que hay que mantener el doble circuito COVID y todo ello, agravado al ser puente”.

Desde la Comisión de Atención Hospitalaria denunciaban ayer que esa misma mañana el espacio de Urgencias “estaba superado” y que ante el aumento de la demanda hubo que habilitar varios pasillos para atender allí a los pacientes, en zonas de fuera del servicio “como una vía de salida a la calle, una zona de tránsito de pacientes y acompañantes de las consultas”. “La atención en los pasillos es deplorable. No se puede garantizar la seguridad y la intimidad de los pacientes y no están habilitados para atender las necesidades básicas de los enfermos ya que no tienen ni baños ni mobiliario adecuado”, indicaban ayer los trabajadores.

La gerencia del centro coruñés reconoce que la jornada de ayer se notó un fuerte incremento de la demanda en el servicio de Urgencias y anunció que, ante el descenso progresivo del número de pacientes ingresados con coronavirus y “los buenos datos mantenidos durante los últimos días respecto a la evolución de la pandemia”, podrá revertirse una de las plantas que se estaba destinando en exclusiva a pacientes COVID y utilizarlos a enfermos de otras patologías.

Al aumentar el número de camas disponibles, desciende el tiempo que los pacientes en Urgencias pueden aguardar para ser ingresados. Desde la Comisión de Atención Hospitalaria aseguran que ayer por la mañana eran 130 los pacientes en Urgencias, de los que 37 estaban a espera de cama, alguno desde hacía casi 24 horas. Sin embargo, pasadas las tres de la tarde, desde la dirección del centro aseguraban que no había ningún enfermo en Urgencias que no estuviese ya ingresado en planta.

Los trabajadores recuerdan que llevan “años” alertando de los problemas y los contínuos colapsos en el servicio de Urgencias y lamentan que desde la dirección no se haya hecho nada, llegando a la situación de ayer cuando se tuvo que ubicar a pacientes “en un pasillo de salida a la calle”. Además, recuerdan que a las precarias condiciones en las que hay que atender, a veces, a los pacientes de Urgencias, se suma que “el personal es insuficiente” y que todo esto “provoca un esfuerzo adicional en la situación que se está viviendo”.

“El personal ya no puede soportar estas condiciones de trabajo. Vienen de trabajar durante más de un año a un ritmo frenético y el colapso de Urgencias aumenta la carga mental y física que actualmente es elevadísima”, sostienen.

La gerencia recuerda que se acaba de ampliar tanto las salas de espera como el espacio de consultas en Urgencias que entrará en funcionamiento en unos días.