La gratuidad de las pruebas PCR y la posibilidad de que los gobiernos puedan reintroducir restricciones a los viajes eran las dos cuestiones que obstaculizaban hasta ayer el acuerdo sobre el certificado digital, que se utilizará en la Unión Europea para acreditar que una persona ha sido vacunada contra el COVID, está inmunizada porque ha pasado la enfermedad o tiene un test PCR con resultado negativo. Finalmente, tras cuatro rondas de negociaciones, el Parlamento Europeo y el Consejo consiguieron cerrar un acuerdo sobre el documento que permitirá facilitar una movilidad segura este verano e impulsar el turismo en la Unión Europea.

“Fumata blanca. Tenemos un acuerdo sobre la propuesta de la Comisión sobre el certificado digital COVID”, anunció el comisario de justicia, Didier Reynders. “Es un paso importante para reiniciar la libre circulación de la manera más segura posible al tiempo que brinda claridad y certeza a nuestros ciudadanos”, celebró la comisaria de Sanidad, Stella Kyriakides. El acuerdo ha sido posible tras el compromiso del Consejo de que los Estados miembros evitarán imponer “restricciones de viaje adicionales”, como nuevos test o cuarentenas, a menos que “sean necesarias y proporcionadas para salvaguardar la sanidad pública”. Se trataba de una de las exigencias de los negociadores europeos.

El pacto también incluye una declaración anexa de la Comisión Europea en la que se compromete a destinar 100 millones de euros del instrumento de emergencia para financiar la compra de test PCR que se utilizarán en el marco del certificado de forma que los Estados miembros no tengan que asumir el coste, otra de las líneas rojas de muchos Estados miembros como España que consideraban inaceptable el coste a asumir.