El laboratorio estadounidense Moderna presentará a comienzos de junio una demanda de autorización a la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) para que su vacuna pueda ser utilizada para los adolescentes de 12 a 17 años. Su consejero delegado, el francés Stéphane Bancel, lo anunció en una entrevista publicada ayer por Le Journal du Dimanche, en la que justificó la rápida apertura de la vacunación para ese grupo de edad para protegerse con la inmunidad colectiva ante el riesgo de una eventual nueva ola epidémica. A su juicio, “lo ideal” sería proteger a esos adolescentes “antes de finales de agosto”. “Si no se vacuna masivamente, no se puede descartar el riesgo de una cuarta ola”, señaló.

Bancel afirmó que habrá que dar una tercera dosis de recuerdo a las personas que ya fueron vacunadas, empezando “desde el final del verano” con los grupos de riesgo a los que se les inoculó a comienzos de año, y en particular con las personas que viven en residencias. Advirtió, además, de que “dos o tres meses de retraso supondría numerosas hospitalizaciones y muertes”. Al final —añadió— “todos los adultos, incluso los jóvenes” tendrán que recibir una dosis de recuerdo “para proteger a las personas frágiles no vacunadas” en nombre del principio de precaución.

Aunque Bancel cree que la vacuna de Moderna ofrece inmunidad durante un periodo de uno a tres años, “la llegada de variantes aumenta el nivel de la amenaza”, y afirma que su empresa podría producir 3.000 millones de dosis anuales, lo que unido a los 4.000 millones que tiene previsto fabricar Pfizer-BioNTech, daría dosis suficientes para vacunar a todos los habitantes de la Tierra con una dosis.

Esta es una de las razones que da para oponerse a la suspensión de las patentes de las vacunas. También insistió en que, sin las patentes, su laboratorio no habría conseguido en los mercados los 1.800 millones de dólares con los que desarrolló la tecnología del ARN mensajero. Además, recordó que ahora solo Pfizer y Moderna tienen capacidad en el mundo para producir vacunas con ARN mensajero. Si se suspendieran las patentes, “los otros fabricantes tendrían que comprar máquinas y contratar personal especializado, y con el tiempo necesario para hacerlo no habría avances en la inmunización este año”, argumentó.

Por ahora, 90 millones de personas en todo el mundo han recibido las dos dosis de Moderna.