El ser humano no está diseñado para usar la visión de cerca de manera constante. Y si hace años que se fuerza al ojo a trabajar contra natura ante el incremento del uso de pantallas y dispositivos electrónicos, la pandemia agudizó más esta situación y provocó un repunte en las consultas de los ópticos gallegos por molestias o problemas oculares. “Esta situación cambió los hábitos visuales de manera bastante evidente. Personas en el interior de sus viviendas teletrabajando, estudiantes que tienen parte de la formación online... y todo esto tiene como consecuencia una pérdida de la calidad visual próxima”, explica el presidente del Colegio Oficial de Ópticos y Optometristas de Galicia, Eduardo Eiroa, quien asegura que aunque la situación ya se ha estabilizado y el principal incremento se notó tras los meses de confinamiento, los especialistas atendieron hasta “un 20% más de consultas”.

“Nuestro sistema visual no ha evolucionado para ver principalmente de cerca sino solo de forma ocasional. Como especie estamos preparados para una visión lejana y no para lo que hacemos ahora que es estar mucho tiempo trabajando con la visión de cerca”, resalta Eiroa, quien explica que “al desarrollo tecnológico y social de los últimos años se sumaron en la pandemia nuevos hábitos laborales y de ocio y esto hace que la vista trabaje siempre de forma forzada, no en su manera natural”. ¿Y qué ocurre cuando se utiliza de forma habitual la visión de cerca? Qué se intensifican problemas como “la presbicia o la hipermetropía” que no estaban corregidos, aumenta “la miopía, especialmente en niños” y aparecen otros problemas relacionados como el ojo seco, visión borrosa, irritación en los ojos o dolor de cabeza.

Estos fueron los principales problemas que se encontraron en consulta los ópticos gallegos a medida que avanzaba la pandemia, pero no los únicos. El mal uso de ciertas gafas no graduadas adecuadamente también motivó la visita de muchos pacientes. “Ahora es frecuente el uso de gafas premontadas que son como lupas para la presbicia. No curre nada si su uso es ocasional pero si se vuelve constante al no estar individualizadas ni graduadas pueden causar molestias”, indica Eduardo Eiroa.

El repunte de problemas oculares no fue algo exclusivo de Galicia. Un estudio realizado por la asociación Visión y Vida revela que un 57% de los adultos reconoce que su visión empeoró durante el confinamiento, una tasa que sube al 77% entre los jóvenes.

Consejos

  1. Los ópticos recomiendan que los niños menores de 12 años hagan solo un uso ocasional de pantallas, se les revise la vista una vez al año y compaginen juegos en interiores con estancias al aire libre ya que la luz solar ayuda a prevenir la miopía
  2. Evitar utilizar el móvil para leer ya que el tamaño de la letra obliga a acercar la pantalla a los ojos y esto incrementa la miopía
  3. Situar el ordenador de forma que no tenga reflejos por la luz, a al menos 45 cm de distancia y en un plano inferior a la altura de los ojos
  4. Si se trabaja con ordenador, cada 20 minutos hacer una pausa de 20 segundos y mirar hacia lo lejos, mejor a través de una ventana
  5. Las pantallas hacen que se parpadee menos y se reseque el ojo. Mejor usar gafas que no lentillas


Conscientes de que la población cada vez se preocupa más por su salud visual pero que el avance de la sociedad conlleva el realizar más tareas de forma virtual (trabajar, trámites administrativos o incluso una transferencia bancaria), los ópticos gallegos instan a mantener una buena “higiene visual” e intentar prevenir la aparición de problemas en la medida de lo posible. “En el caso de los niños, lo ideal es que hasta los 12 años el uso de pantallas sea reducido. Conviene que se les revise la vista una vez al año por si hay algún cambio y está demostrado que alternar actividades en interior con otras al aire libre es beneficioso porque la luz solar ayuda a prevenir la miopía”, explica este especialista, quien asegura que también algunos deportes como el fútbol o el baloncesto son positivos porque obligan a ampliar el campo visual, “no solo estás pendiente de la pelota”.

Tanto para adultos como para niños, lo ideal es recurrir a pantallas de amplio tamaño y limitar el uso del móvil. “En el teléfono, el tamaño de los caracteres es más pequeño y esto hace que nos acerquemos la pantalla y hagamos un mayor esfuerzo visual que puede incrementar la miopía”, sostiene este óptico, quien da las claves para teletrabajar o seguir una clase online sin descuidar la salud visual. “Hay que intentar que la pantalla no tenga reflejos y para ello ni la luz de la ventana ni la de la habitación puede dar de frente al ordenador, hay que mantener una distancia mínima de entre 45 o 50 centímetros con la pantalla, situarla siempre en un plano inferior a la altura de los ojos, sentarnos de forma cómoda para que el organismo centro sus esfuerzos a nivel visual y cada 20 minutos hacer un descanso de 20 segundos y fijar la vista en otro punto lejano, a poder ser por la ventana”, sostiene este especialista.

Y si quien tiene que trabajar durante muchas horas frente al ordenador es alguien con un problema de visión ya diagnosticado, como la miopía, aconsejan recurrir a las gafas antes que a las lentillas. “Para su buen funcionamiento, las lentes precisan de un parpadeo frecuente porque la lágrima ejerce como lubricante y con las pantallas es cierto que el parpadeo se reduce y además en ciertos ambientes como una oficina el aire acondicionado también puede secar el ambiente y por tanto producir sequedad ocular. Por eso si es para mucho tiempo, mejor las gafas”, sostiene.

Los ópticos recomiendan someterse a una revisión de la vista todos los años —en el caso de los niños— o cada dos en el de los adultos y consultar si aparecen molestias de cualquier tipo.