La Guardia Civil ha detenido a un varón en la localidad coruñesa de Milladoiro (Ames), por la comisión de varios delitos de explotación sexual de menores y contra la intimidad de las personas, según informó el Ministerio del Interior. Entre los delitos cometidos, espiar a la hija de su pareja, de la que obtenía imágenes íntimas al instalar una cámara en el baño y un software en su ordenador que le permitía activar la webcam cuando la joven se estaba desnudando.

Una vez centrada la posible ubicación del autor, tras las investigaciones y entrevistas con los vecinos de la zona, y con las autorizaciones judiciales, los agentes registraron su domicilio y encontraron “evidencias claras” que lo vincularían con la presunta trama de explotación sexual y se incautaron de diverso material informático y varias cuentas en redes sociales utilizadas para la actividad delictiva. El investigado, que se hacía pasar por una joven en las redes sociales, no sólo hacía fotografías íntimas a una hija menor de su pareja sin su consentimiento (con una cámara oculta en el baño), sino que también instaló un software malicioso en el ordenador de la menor, el cual le permitió acceder de forma ilimitada a los archivos privados, espiar videoconferencias que realizaba con sus amigas y activar una webcam cuando sabía que se estaba cambiando de ropa.

Los agentes también han intervenido vídeos que contenían imágenes del detenido manteniendo relaciones sexuales con otras parejas anteriores, e incluso de una persona que convivía con él y con su pareja, siempre grabados sin el conocimiento de estas personas.

Asimismo, el estudio de los diferentes dispositivos permitió descubrir la comisión de otros hechos delictivos cometidos por parte del mismo individuo, el cual utilizaba cuentas de redes sociales en las que se hacía pasar por una joven, estableciendo relaciones sentimentales ficticias con varias menores, que le permitieron obtener de ellas fotografías y vídeos de contenido sexual, material que compartía con terceros en una popular plataforma de mensajería, en un grupo administrado por él mismo. Además, “era muy activo en una red social muy orientada al intercambio de fotografías y vídeos”, donde difundía contenido sexual obtenido sin el consentimiento de los protagonistas.