La trabajadora humanitaria española Juana Ruiz Sánchez acudió ayer a los tribunales militares israelíes en Cisjordania ocupada para la primera vista del juicio en su contra, mientras continúa en prisión tras su detención hace cuatro meses, acusada de pertenecer a una organización ilegal palestina. La audiencia, celebrada en la corte de la cárcel de Ofer, abordó cuestiones meramente procedimentales y duró menos de 15 minutos, pero puso en marcha el juicio contra la humanitaria, que había sido aplazado en tres ocasiones.

Sobre las 10.00 hora local (09.00 en España), Ruiz Sánchez, de 62 años, apareció esposada de pies y manos y custodiada por oficiales israelíes mientras avanzaba, con pasos cortos y la mirada perdida, rumbo a la sala número uno de los tribunales militares de la prisión de Ofer, en la Cisjordania ocupada. Allí la esperaban la jueza, varios soldados, sus abogados, su marido y representantes del Consulado General de España en Jerusalén. Sentada en el banquillo de los acusados, mirando casi exclusivamente al abogado, con mascarilla celeste y evidentes signos de confusión, Ruiz Sánchez fue siguiendo las discusiones a través de la traducción al árabe de un soldado israelí, que resumía a grandes rasgos los argumentos de ambas partes.

En la corta audiencia, el letrado indicó la necesidad de contar con un traductor al español, dado que el procedimiento se llevó a cabo en hebreo, idioma que Ruiz Sánchez no maneja. Además, solicitó que se incluyeran detalles en las acusaciones contra su clienta, argumentando que las alegaciones eran demasiado generales.

La jueza, por su parte, pidió al abogado que presentara los argumentos de su defensa por escrito, algo para lo que contará con un plazo de siete días; y fijó el 1 de septiembre como fecha para la siguiente vista.

Terminada la audiencia, el marido de la acusada, Elías Rishmawi, se acercó a algunos metros de su esposa, que se bajó la mascarilla para decirle que estaba bien pero cansada, debido a la odisea a la que fue sometida el lunes como parte de los traslados previos a la vista.

“Estamos todos contigo”, alcanzó a decirle Elías, emocionado, que luego indicó que la vio agotada, al punto que “no podía estar de pie”, y denunció que durante la jornada del lunes, en la que pasó por múltiples cárceles, recibió una sola comida y le permitieron usar el baño una sola vez.

Ruiz Sánchez, radicada en los territorios palestinos desde 1984, fue arrestada el pasado 13 de abril en su casa de la localidad cisjordana de Beit Sahur y actualmente se encuentra detenida en la prisión de Damon, en la ciudad de Haifa. Tras retenerla durante casi un mes sin acusaciones formales, la Fiscalía presentó a comienzos de mayo cinco cargos en su contra, incluyendo los de “pertenencia a organización ilegal”, “recibir e introducir dinero en los territorios palestinos” y de “recibir dinero con falso propósito”, todos vinculados con su trabajo en la recaudación de fondos para los Comités de Trabajos para la Salud.