Hacía muchos años que un Premio Planeta no resultaba tan sorprendente como el que se entregó anoche en el Museu Nacional d’Art de Catalunya. Para empezar, está el gigantesco órdago anunciado el jueves que hacía crecer hasta un millón de euros la dotación de un premio ambicioso pero congelado durante las dos últimas décadas. Más que el Nobel de Literatura. Pero no acaban ahí las novedades, que vienen una tras otra. Bajo el pliego firmado con el seudónimo de Sergio López se escondía a su vez, en un bonito juego de espejos, el nombre de Carmen Mola. Algo que requiere explicación. Carmen Mola es un seudónimo del que siempre se ha dicho que escondía a una escritora madrileña. Bajo ese nombre ha tenido grandes éxitos comerciales como La novia gitana, La red púrpura y La Nena, los tres en Alfaguara, la editorial que la descubrió. A semejanza de Elena Ferrante, pero con esplendorosa exhibición de sangre a borbotones, “no apta para estómagos sensibles”, como la han publicitado, Mola se había mantenido escondida hasta la fecha. Pero un millón de euros bien vale una salida del armario de lo incógnito.

Y así continúan las sorpresas: Carmen Mola no es Carmen Mola —una sospecha que durante años circuló en los mentideros—. No se trata de una mujer. ¿Un hombre, por lo tanto? Sí, pero tampoco. Lo de Mola es más bien el misterio de la Santísima Trinidad, porque novelas escritas a cuatro manos ha habido y bastante buenas: es el caso de Boileau-Narcejac, autores de la novela que Alfred Hitchcock convirtió en Vértigo. Pero tres autores como es el caso ya es algo más complicado si se exceptúa ese colectivo italiano que primero fueron Luther Blissett y más tarde Wu Ming.

Tras Carmen Mola se encuentran tres guionistas de televisión: Antonio Mercero —hijo del famoso realizador de La cabina, Verano azul y Farmacia de guardia—, Jorge Díaz y Agustín Martínez. Juntos han colaborado en diversas series como Hospital central y Víctor Ros. Además, Mercero es un prolífico autor de novelas policiacas que ha firmado con su nombre títulos como La cuarta muerte (2012) y La vida desatenta (2014). En 2017 comenzó la serie protagonizada por la policía transexual Sofía Luna con El final del hombre, a la que siguió El caso de las japonesas muertas (2018).

Asesino en serie en el XIX

La novela ganadora, La bestia, promete tantos chorros de hemoglobina como las anteriores. Situada en el Madrid de 1834, asediado el cólera, un asesino en serie se dedica a matar a niñas de las clases más humildes. Los encargados de descubrir al criminal son un periodista, un policía y una niña.

Además el Premio Planeta vendrá acompañado de un bonus track, la adaptación de la primera novela de Carmen Mola a serie televisiva. La novia gitana será dirigida por Paco Cabezas, con años de experiencia en series internacionales como Penny dreadful o Fear the walking dead.

La finalista es la autora de la casa Paloma Sánchez-Garnica, quien ya ganó en 2016 el Premio Fernando Lara de novela y ha tenido una excelente recepción —16 ediciones— con su última novela, La sospecha de Sofía, una historia de espionaje. Últimos días en Berlín se inscribe en ese género a través de la historia de un joven que no renuncia al sueño de reencontrarse con su madre y su hermano menor, a los que se vio obligado a abandonar huyendo de la Unión Soviética en los años del régimen leninista.