El COVID persistente afecta de manera desigual en función del género, según resultados presentados en el 72ª Congreso Nacional de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello, que se celebra de forma virtual hasta hoy. Las mujeres sufren de manera más frecuente el long COVID en el rango de edad que va entre los 50 a los 60 años, pero los hombres permanecen más tiempo en la UCI y presentan más lesiones faringo-laríngeas y patologías deglutorias, según los expertos.

El COVID persistente se define como la permanencia de síntomas incapacitantes tras la infección aguda por SARS-CoV-2 y después de entre cuatro o doce semanas tras el inicio de los síntomas. Puede ocurrir entre un 10 y un 20% de los pacientes sintomáticos que han padecido la enfermedad.

En un estudio reciente de seguimiento durante un año de pacientes que habían pasado el COVID encontraron que los síntomas más frecuentes fueron fatiga (52%), dolor (48%), y alteraciones del sueño (47%). Se registró deterioro neurocognitivo en un 36% de los casos y un 28% presentaron pérdida de olfato (hiposmia o anosmia) y pérdida del gusto.

Otro estudio publicado en la revista Nature demostró que las mujeres sufrían con más frecuencia el COVID persistente en ese determinado rango de edad. La explicación de la mayor prevalencia de mujeres entre 50 y 60 años puede deberse a “las hormonas sexuales y su actividad inmunomoduladora”, según el doctor Isam Alobid que recuerda, además, que “las mujeres tienen respuestas inmunológicas, tanto innatas como adquiridas, más fuertes que los hombres”.