Con motivo de la nueva ley de cambio climático, antes de 2023 todas las ciudades españolas de más de 50.000 habitantes deberán contar con una zona de bajas emisiones (ZBE), como ya pasa en Barcelona y Madrid. Esta medida se aplicará en 149 municipios españoles. Por este motivo, la Dirección General de Tráfico (DGT) implantará un sistema basado en etiquetas medioambientales para disminuir progresivamente el acceso, la circulación y el estacionamiento de vehículos. El objetivo de la medida es mejorar la calidad del aire y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

La nueva señal es redonda y, en su interior, aparece un coche expulsando humo por el tubo de escape. Según indicó la DGT, la señal informa de “la entrada prohibida a vehículos de motor, excepto aquellos que dispongan del distintivo ambiental indicado por la entidad local en la parte inferior de la señal”.

Las etiquetas diseñadas por la DGT son la etiqueta cero emisiones, la etiqueta Eco y los distintivos B y C. La de cero emisiones corresponde a vehículos eléctricos de batería (BEV), eléctricos de autonomía extendida (REEV) e híbridos enchufables (PHEV) que tengan una autonomía mínima de 40 kilómetros o vehículos de pila de combustible.

Distintivos

La etiqueta Eco es para los vehículos eléctricos enchufables con una autonomía inferior a 40 kilómetros y a los híbridos no enchufables. También está diseñada para los vehículos propulsados por gas natural y gas (GNL) y los que usan gas licuado del petróleo (GLP).

El distintivo C es para los vehículos de combustión interna. Es decir, turismos y furgonetas de gasolina matriculados a partir de 2006 y diésel a partir de septiembre de 2015.

El B, finalmente, está pensado para turismos y furgonetas que usen gasolina y que estén matriculadas desde el año 2000. Si usan diésel deben haber sido matriculadas a partir de 2006. También incluye los vehículos de transporte de mercancías (de diésel y gasolina) matriculados a partir de 2005.