Bellísimos en aquella Francia destrozada por la guerra, María Casares y Albert Camus vivieron una historia de amor de 15 años que se plasmó en 800 cartas. Escritas desde 1944, finalizaron en 1959 con la muerte del escritor en un accidente de tráfico. Y sirvieron de base para La única: la biografía de la actriz coruñesa escrita por Anne Plantagenet (Alba Editorial). La propia autora se encargó de presentarla ayer en la librería Moito Conto de A Coruña. Con María Casares comparte vínculos como que ambas descienden de exiliados, o la relación con Argelia de donde procedía Camus. En una entrevista hace una semana con este diario, Plantagenet definía a Casares como “una mujer libre e independiente que tuvo que superar dolores y derrotas para construirse”.

Centenario

La historia de la hija de Casares Quiroga, presidente del Consejo de Ministros de Azaña y muerto en el exilio de París, se inicia como María Victoria Casares Pérez en A Coruña y finaliza como María Casares: la gran actriz francesa. En el año del centenario de su nacimiento, su ciudad natal acoge múltiples actos como la presentación de La única. Como recuerda Anne Plantagenet, así llamaba Albert Camus a su amor español: “Pero también era única en el escenario, todo el mundo dice que era una presencia fascinante en su manera de hablar, de moverse, de encarnar sus personajes”.

Y sobre aquella relación pasional, incide —en la entrevista concedida a LA OPINIÓN— en que “Camus la llamaba única pero es algo ambiguo porque él tenía más de una amante... en todo caso, ella era única para él, tenía un lugar reservado para ella en sus sentimientos”. La investigación de la autora duró un año, con dos lecturas de la correspondencia. Tardó entre cuatro y cinco meses en escribir el libro. E incluso durmió en la cama de la Casares, en la casa de Charente a donde fue invitada la escritora. En esa cama murió la actriz, estrella en películas históricas como Los niños del paraíso, musa de Jean Cocteau y dama del teatro francés. Y allí la autora se sintió acompañada por “los espíritus benévolos”.