Se trata de acumular la mayor cantidad de datos posibles para poder predecir comportamientos o fenómenos y poder así prepararnos con antelación. La Inteligencia Artificial (IA) y el Big Data son ya indispensables en el análisis y seguimiento de una pandemia como la vivida. Sirva de entrenamiento porque todo apunta a que lo serán mucho más en las que están por venir.

“Por ejemplo, Pfizer tiene algo para predecir variantes. Un sistema que predijo 12 de las 13 variantes de interés semanas antes de que lo advirtiese la OMS. En todo caso, habrá que ver si vale de aquí en adelante. Tiene una parte de Inteligencia Artificial. Se basa en vigilar las secuencias que se van poniendo disponibles en la base de datos Gisaid (base de datos internacional en la que se comparten datos genómicos del virus de la gripe y del SARS-CoV-2), lo que es otro buen ejemplo de la era del Big Data, en este caso de secuencia del virus. Hay un análisis muy accesible de este sistema en Fortune”, cuenta Daniel González-Peña, ingeniero informático y profesor e investigador en Bioinformática en UVigo.

Los expertos piden cautela: aseguran que todavía es pronto. “La IA y los sistemas de modelización se pueden utilizar de cara, sobre todo, a seleccionar antigénicamente. Se ha utilizado ya en gripe, por ejemplo. Mediante modelos de IA se determinan cuáles son los antígenos dentro de las variantes circulantes; que tengan una cobertura más amplia de las variantes circulantes”, expresa Federico Martinón, jefe de Pediatría del CHUS y experto en vacunación. “También existen sistemas de modelización que intentan anticipar o tratan de predecir las próximas variantes. De todos modos, son modelos; la interpretación tiene que ser cautelosa. Hasta la fecha no han sido útiles en el contexto del SARS-CoV-2”, añade. Según Martinón, “no han sido exitosos en predecir futuras variantes, pero para selección antigénica sí”.

Para África González, catedrática de Inmunología: “Es difícil predecir lo que va a llegar con IA por la gran cantidad de posibles variaciones que pueden existir en un mismo patógeno. Es una herramienta muy potente, pero al final la selección natural hace que algunas variantes se expandan más que otras”.

En cuanto a la evolución del virus a partir de ahora, África González indica que es “difícil e improbable” que surjan variantes muy letales. “La vacunación y la infección han hecho que nuestro sistema inmunitario ya haya visto al virus y siempre responderemos mejor frente a nuevas variantes que puedan llegar. El problema inicial es que era un virus nuevo para todos”, expresa. “Los grupos vulnerables son aquellos que si se infectan pueden desarrollar una enfermedad grave, las futuras medidas deben ir encaminadas a ellos”, concluye.