La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó de que el aumento de los casos de la hepatitis aguda infantil de origen desconocido es un tema “muy urgente” al que están dando “prioridad absoluta”. “Es muy urgente y le estamos dando prioridad absoluta y a trabajar muy estrechamente con el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades en la gestión y coordinación”, aseguró el director regional de Emergencias de la OMS, Gerald Rockenschaub.

El especialista, que se encuentra en Portugal por la Revisión para la Preparación y Salud Universal —programa para compartir recursos entre países para preparar respuestas ante emergencias de salud pública—, explicó que han puesto sobre aviso a varios países para “estar atentos a esto más específicamente”, tras el aumento de casos reportados. “Estamos haciendo todo lo posible para identificar rápidamente lo que lo está causando y tomar las medidas adecuadas, tanto en el ámbito nacional como internacional”, recalcó.

La OMS ha sido informada de al menos 228 casos de hepatitis infantil aguda de origen desconocido, y los países afectados son ya una veintena, casi el doble de los reportados hace 10 días. El portavoz, Tarik Jasarevic, indicó ayer desde Ginebra que otros 50 casos sospechosos están siendo investigados, y señaló que al menos cuatro regiones están afectadas. La mayor parte de los casos se reportaron en Europa —en Galicia se han detectado tres casos—, pero también ha habido notificaciones en América, Asia-Pacífico y Asia Meridional.

Los primeros diez casos de esta hepatitis aguda fueron notificados por el Reino Unido a la OMS el 5 de abril, en niños menores de diez años sin dolencias previas, y desde entonces también se han detectado en países como España, Israel, Dinamarca, Italia, Estados Unidos, Indonesia y Bélgica, entre otros. La edad de los afectados oscila entre el mes y los 16 años, en la mayoría de los casos no presentan fiebre, y en ninguno de ellos se han detectado los virus habitualmente asociados a estas dolencias (los de las hepatitis A, B, C, D y E).

Al menos cuatro de estos casos han sido mortales (tres en Indonesia), y la OMS indicó en su informe del 23 de abril que la décima parte de los niños hasta entonces afectados habían necesitado un trasplante de hígado tras contraer esta nueva enfermedad.