La fiscal de Sala contra la Violencia sobre la Mujer, Teresa Peramato, y la directora de la Fundación Mujeres, Marisa Soleto, piden reformas legales que eviten a las víctimas de agresiones sexuales tener que declarar en juicio oral y revivir su sufrimiento tras haber colaborado en la investigación. Peramato tiene claras las reformas necesarias para mejorar la protección de las víctimas. Reclama, en primer lugar, la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal para que en los delitos sexuales el testimonio de la víctima durante la instrucción del caso se convierta de forma imperativa en prueba preconstituida, de modo que no tengan que volver a declarar en el juicio oral.

Su segunda reivindicación está ya recogida en la ley orgánica de Garantía de la Libertad Sexual (ley del solo sí es sí). Esta ley determina que en el plazo de un año se deberán aprobar las reformas legales necesarias para que los juzgados de violencia sobre la mujer se ocupen también de la violencia sexual, con formación específica para los fiscales y jueces que trabajan en ellos. “Tendremos entonces datos, podremos ver en qué casos se llega a acuerdo, dictar instrucciones fiscales para unificar criterios...”, destaca la fiscal de sala.