Galicia pide retirar la nueva ABAU por “agravar” las desigualdades entre alumnos
El Ministerio cambia el modelo de transición: mantendrá las pruebas por materias, pero serán más “competenciales” u La Xunta pide volver a empezar de cero la negociación
C.Villar
La nueva ABAU (Avaliación de Bacharelato para o Acceso á Universidade) llegará un año más tarde y con un menor peso del examen de madurez, como había avanzado ya el Gobierno, pero además el modelo de transición será muy diferente: las materias conservarán su individualidad, pero irán incorporando un formato más competencial hasta que se implante el modelo final en 2028 con una prueba de madurez y otra específica de la modalidad cursada. Esa fue la oferta del Ministerio de Educación a las comunidades ayer en la Conferencia Sectorial de Educación, pero a la Xunta no le bastan esos retoques y pide retirar el proyecto entero para volver a empezar de cero. Galicia pone sobre todo dos peros a la propuesta del departamento dirigido por Pilar Alegría: cree que no solo no soluciona el problema de desigualdad que implica el modelo actual, sino que lo “agrava”, y además la filosofía del examen de madurez “diluye la cultura del esfuerzo”, indicó ayer el conselleiro de Educación, Román Rodríguez.
El encuentro de ayer no contribuyó a limar las asperezas entre Galicia y el resto de autonomías del PP con el proyecto. El 3 de diciembre la Xunta, y otras comunidades gobernadas por los populares, anunciaban que no participarían más en el grupo técnico que diseña la letra pequeña del futuro acceso a la universidad al considerar que el Gobierno no escuchaba las propuestas autonómicas, pero ayer la disensión creció y Galicia salió del encuentro reclamando al Ejecutivo central la retirada de una reforma que, denuncia, “pretende imponer de forma unilateral” y que “acentúa” los problemas del modelo que pretende reemplazar. Cuestiona, sobre todo, la prueba de madurez, que llegaría en 2028 y que tendría, alega, un peso “muy significativo” en la nota, aparte de “devaluar ámbitos académicos tan importantes como son la filosofía, la historia o las lenguas”. Por ello, el Ministerio “haría bien en retirar el proyecto” y sentarse de nuevo con las comunidades para garantizar “la igualdad” y “criterios de evaluación homogéneos con niveles de exigencia y corrección similares”. Al respecto, Rodríguez lamentó asimismo que la opinión de comunidades donde se educa alrededor de la mitad de los alumnos de España no sea tenida en cuenta.
Tras la reunión, el número dos del Ministerio, el secretario de Estado de Educación, José Manuel Bar Cendón, rechazó que el Gobierno esté dispuesto a empezar de cero como piden las autonomías del PP, no solo Galicia, y recalcó que una prueba única sería “inviable” dados los 17 diferentes currículos y que el PP tampoco lo hizo así al gobernar.
Un junio tradicional tras una “solución de urgencia”
El fin del pasado curso mezcló en las aulas de ESO a aprobados desmotivados porque no aprendían materia nueva con escolares que tenían que recuperar, lo que generó críticas de padres, docentes y directivos. La situación no se repetirá este año con el cambio en el calendario escolar que la Xunta trasladará mañana a los sindicatos. Porque la del curso pasado fue “una solución de urgencia” para “mantener los derechos de los alumnos” en cuanto a recuperaciones y “no funcionó”. Así lo explicó ayer el conselleiro de Educación, Román Rodríguez, quien achacó a la “improvisación” del Gobierno central la situación generada al trastocar las reglas de juego “a mitad del partido” y suprimir la convocatoria extraordinaria. Pero este curso los alumnos de ESO tendrán clase “normal” hasta el final, el 22 de junio. Por otro lado, ante denuncias de CIG-Ensino de que la Xunta “ya no va a cubrir” las bajas en el profesorado desde ahora hasta el día 9 de enero, tras las vacaciones de Navidad, el conselleiro aseguró que “siempre” se aplica “el mismo sistema” y se toman decisiones “que garantizan que el sistema educativo funcione”. El sindicato denunció ayer que, a dos semanas de comenzar el descanso navideño en los colegios e institutos, no se vayan a cubrir ya bajas porque quedan menos de 15 días de clase, una práctica que “no por repetida año tras año deja de ser grave”. Según la CIG, a día de ayer, la Xunta “borró todas las bajas inferiores a 15 días” y todavía hay 33 sin cubrir, sobre todo en Primaria.
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