La Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó ayer el final de la emergencia internacional por el brote de viruela del mono o símica, declarada en julio del pasado año ante una enfermedad que ha afectado al menos a 87.000 personas en 111 países, con 140 fallecidos.

La emergencia internacional se levanta seis días después de que se hiciera lo propio en el caso de la pandemia de COVID-19, por lo que ya solo se mantiene este nivel de máxima alerta en el caso de la polio. El ministro de Sanidad, José Miñones, celebró la decisión pero advirtió de que “la alegría no debe de alejarnos de la prudencia”.

En un mensaje en su cuenta oficial de Twitter, Miñones valoró las “magníficas noticias que llegan desde la OMS” pero insistió en seguir “atentos y vigilantes”.