Ellas se enganchan más al alcohol; ellos, a la cocaína y la heroína

Expertos alertan de la prescripción médica “excesiva” de ansiolíticos a mujeres

Nieves salinas

La Red de Atención a las Adicciones, Unad, ha presentado, esta semana, las principales conclusiones del estudio Perfil de las adicciones en 2022. Un año en el que atendió a 47.000 personas con distintos tipos de adicciones. La cocaína y la heroína marcan el consumo en hombres. El alcohol es la sustancia que más adicciones provoca en ellas. Pero hay más. De las mujeres que han pedido ayuda, son el doble las que consumen ansiolíticos o somníferos con prescripción médica que las que lo hacen sin receta. Algo que los responsables de la entidad criticaron duramente: “Existe una excesiva medicalización. Pedimos que se frene la tendencia al consumo. Necesitamos una coordinación efectiva con los recursos sanitarios”.

El presidente de Unad, Luciano Poyato; la vicepresidenta de la entidad, Felisa Pérez; y la secretaria, Encarnación Pámpanas, desgranaron la información aportada por las 99 entidades que pertenecen a la red y que busca radiografiar la situación de las personas con problemas de drogodependencias y otra adicciones. Poyato recordó que se trata de “un problema invisible” en la sociedad y pidió que el colectivo sea tenido en cuenta si se toma cualquier decisión política y, sobre todo, recursos y más recursos para su atención. Pámpanas expuso los principales resultados de la investigación: en 2022 se atendió a 47.033 personas, de las que 46.343 eran usuarios con atención a sustancias. El trabajo, incidió, tiene una clara perspectiva de género, porque un 25% de esas personas son mujeres. El perfil: entre 34 y 41 años, sin estudios y en paro; con hijos y que reside en una vivienda propiedad suya o del familiar conviviente. El primer motivo por el que esa mujer —que comenzó a consumir cuando tenía entre 18 y 25 años y tiene algún tipo de trastorno psicológico— pide ayuda, es por el consumo de alcohol, que en nuestro país está “absolutamente normalizado, también en menores”, indicó Pámpanas. Después, por la cocaína.

Pero hay un dato que a la secretaria de la entidad le preocupa especialmente. El consumo de ansiolíticos y somníferos. “La medicación es a veces la vía más rápida para solucionar un problema, pero hay que frenar su tendencia de aumento de consumo”, indicó, porque lo que más les preocupa es que esa prescripción se realiza desde los centros de salud.