Paisaje tras la ‘batalla’: así queda una playa de Palma tras una noche de fiesta

Para los vecinos madrugadores de s’Arenal, en la parte de Palma, que salen a pasear y para los runners a los que les gustar salir a correr a primera hora antes de que el sol empiece a quemar cerebros, la imagen de la primera línea de esta zona turística a primera hora del día puede que no sea novedosa, lo que no quita que se sigan indignando cada vez que la ven. 

Es algo así como el paisaje que queda después de la batalla, expresión entendida como metáfora de los desfases de la noche anterior que, con la luz del día, se revelan en toda su intensidad.

Antes de que los servicios de limpieza tengan que aplicarse a fondo para arreglar los estropicios nocturnos. 

Unos de estos vecinos madrugadores de s’Arenal han querido denunciar la alfombra de desperdicios con que se encuentran en el paseo marítimo.

Alfombra de desperdicios

Un cúmulo de latas, envoltorios de comida rápida, kleenex, vasos de plástico y botellas cubren durante metros y más metros el pavimento como recordatorio de los excesos de la noche anterior. A los residentes que se encuentran con este panorama sólo les queda el remedio de desahogarse con vídeos para difundirlos y denunciar la situación.

"Ésta es la porquería de turismo que tenemos en s’Arenal", manifiestan unos residentes en la zona, que este fin de semana se volvieron a topar con esa alfombra de basura colindante con la playa.

"Ésta es la porquería de turismo que tenemos en s’Arenal"

Vecinos de s'Arenal

Hablando con la resignación del que lleva padeciendo un problema desde hace años sin que nadie le ponga remedio, lamentan que ninguna administración haya sido capaz de poner freno a esta imagen penosa para el municipio. 

Desde mayo

"Parece que no hay ningún partido que sea capaz de arreglarlo. Te da una sensación de impotencia que hace llorar", aseveran estos vecinos que llevan toda su vida viviendo en s’Arenal.

Explican que, cada año, los desfases empiezan antes, que si antes se concentraban sobre todo entre julio y agosto, ahora comienzan en mayo. Sólo les queda el consuelo de esperar a que acabe la temporada y la marabunta festiva vaya disminuyendo.