Un verano con más colisiones, ¿es la rebelión de las orcas?

Este año se han registrado ya más de 170 choques entre cetáceos y barcos en el estrecho de Gibraltar y la costa Atlántica | Los expertos investigan las causas del comportamiento inusual

Un verano con más colisiones, ¿es la rebelión de las orcas?

Un verano con más colisiones, ¿es la rebelión de las orcas? / valentina raffio

valentina raffio

La noticia ha dado la vuelta al mundo. Un grupo de quince orcas ibéricas bautizadas como Gladis (en referencia al carácter de gladiador) está atacando a los barcos que circulan por el estrecho de Gibraltar y la costa atlántica. El primer incidente de este tipo se registró en mayo de 2020 y desde entonces ya se han observado más de 500 encontronazos entre cetáceos y embarcaciones. Solo este año ya se han contabilizado más de 170 choques de este tipo. Los registros apuntan a que estos ataques están aumentando y llegando cada vez más lejos. ¿El motivo? Todavía no está claro. Los expertos siguen intentando entender qué podría estar desencadenando este comportamiento anómalo en estos gigantes del mar.

Las orcas que han protagonizado estos choques forman parte de la familia de las orcas ibéricas. Esta subpoblación, originaria del estrecho de Gibraltar y el golfo de Cádiz, apenas cuenta con 50 individuos. En estos momentos se considera como una especie en peligro crítico de extinción.

Estos animales se organizan en comunidades matriarcales encabezadas por una hembra adulta. Según explica la divulgadora científica y especialista en mamíferos marinos Ana Jiménez Cáceres, se trata de animales muy inteligentes y que interactúan mucho entre sí. “Y de la misma manera que ocurre con los humanos, las orcas también aprenden por imitación”, explica Jiménez.

La vida de estos animales depende, en gran parte, de la búsqueda de alimentos. Cada verano se desplazan desde el estrecho de Gibraltar hacia las costas de Cádiz, Portugal y Galicia en busca de su única fuente de alimento: el atún rojo del Atlántico.

En estos momentos se han identificado al menos quince orcas de tres comunidades diferentes que están atacando a los barcos que deambulan por esta zona. Estos animales han sido bautizados como Gladis; se trata de varias hembras entre las que destacan unos ejemplares adultos y varios jóvenes. Todos los encuentros observados hasta la fecha entre orcas ibéricas y embarcaciones coinciden con el patrón migratorio de estos animales.

Solo este año, entre los meses de enero y julio, se han registrado un centenar de acercamientos directos entre orcas y barcos. Según explica el biólogo Alfredo López Fernández, de la plataforma Orca Ibérica, gran parte de los encuentros de este tipo son, en realidad, “orcas que responden ante la presencia de los barcos, se acercan y, solo a veces, los tocan”. “Desde luego no podemos hablar de ataques”, recalca el experto.

El primer estudio realizado sobre este fenómeno apunta a que las orcas se dirigen hacia los timones de los barcos. En la mayoría de casos, los golpean provocando daños leves. De todas las interacciones registradas hasta la fecha se estima que menos de un 20% han acabado con un daño grave en la embarcación. Solo se han registrado tres encontronazos que han acabado con el barco hundido.

“Las orcas han convivido pacíficamente con los seres humanos por siglos y nunca se han documentado ataques. La situación actual es anómala y, justamente por eso, urge investigar las causas que están provocando este cambio de comportamiento”, comenta Natacha Aguilar de Soto, investigadora de la Universidad de La Laguna y una de las mayores expertas del mundo en cetáceos.

¿Pero por qué se están produciendo estos encontronazos entre orcas y barcos? Todo apunta a que este gesto fue realizado por primera vez por un ejemplar adulto y, desde entonces, otros animales lo han imitado.

Los expertos coinciden en señalar que se trata de un comportamiento anómalo, ya que en situaciones normales las orcas evitarían acercarse a los humanos. Todavía no está claro por qué estos cetáceos están tomando este riesgo pero, por el momento, ya se han planteado varias hipótesis para intentar entender este fenómeno.

Defensa o juego

Una de las primeras teorías que se planteó fue que estos ataques eran, en realidad, un mecanismo de defensa de las orcas para protegerse frente a los barcos. Varios expertos, de hecho, argumentaron que el primer ataque de este tipo lo realizó una orca que había sido herida por un barco y que, desde entonces, había empezado a golpear las embarcaciones para evitar que esta situación se repitiera.

Este comportamiento estaría siendo imitado por otros animales y, así, se habría extendido por varios grupos de orcas.

Esta teoría corrió como la pólvora, en gran parte, “porque suena muy peliculero el hecho de que unas orcas se están rebelando contra los humanos pero esto, en realidad, es más una proyección de nuestras ideas que no algo que se esté observando en la realidad”, comenta Jiménez Cáceres. “Si la orca estuviera realmente traumatizada por un barco, lo más probable es que intentara huir de él y no buscar el enfrentamiento directo”, explica la experta en mamíferos marinos.

La otra gran hipótesis que barajan los expertos destaca por ahora como la más probable. Y es que estas interacciones podrían ser simplemente un juego. En este sentido, se cree que las orcas, sobre todo en el caso de las más jóvenes, se están acercando a los barcos por pura curiosidad y que han aprendido a utilizar los timones como una especie de juguete con el que interactuar.

Investigación en marcha

En estos momentos hay varios grupos de investigación que estudian de cerca este fenómeno para intentar entender por qué se están produciendo estos ataques y, sobre todo, qué hacer para que no vayan a más. Por ahora, los expertos piden prudencia. Los especialistas de la plataforma Orca Ibérica aconsejan a los navegantes prestar más atención en sus trayectos por la zona del estrecho de Gibraltar y las aguas atlánticas.

En caso de avistar un grupo de estos cetáceos, se aconseja reducir la velocidad y no acercarse más de 60 metros de los mamíferos marinos.

“Estamos ante una situación nueva para todos, incluidas las orcas, así que no hay soluciones definitivas”, destacan desde Orca Ibérica.

Los especialistas piden seguir las recomendaciones de las autoridades marítimas en cada zona y en cada momento. También reclaman intentar entender este fenómeno sin criminalizar a estos gigantes de los mares: “No se puede acusar a las orcas de vivir en su propio entorno, donde los intrusos somos los humanos”.

¿Quiénes son las ‘Gladis’?

La líder: White Gladis

El primer ‘ataque’ registrado de una orca se remonta a mayo de 2020. Se cree que fue impulsado por una hembra conocida como White Gladis. Hay quien afirma que este ejemplar fue herido por un barco.

El grupo: 15 cetáceos

En estos momentos se han identificado al menos 15 cetáceos de tres grupos diferentes que están realizando ‘ataques’ a barcos. Entre estos hay tanto ejemplares mayores como individuos más jóvenes.

Los jóvenes: Adolescentes del mar

Muchos de los ‘ataques’ detectados en el último año están siendo impulsados por ejemplares jóvenes. Los expertos creen que podría tratarse de un comportamiento típico de los adolescentes del mar

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