Los tratamientos de fertilidad se disparan durante el verano, suben un 12% respecto al año pasado

El niño que viene.  | // JEAN SCHEIJEN

El niño que viene. | // JEAN SCHEIJEN / nieves salinasnIEVES SALINAS

Nievess Salinas

Cambio de tendencia. Si, normalmente, en los meses de julio y agosto la demanda de tratamientos de fertilidad disminuye, este 2023 ha dado un vuelco a las estadísticas. Las peticiones y las reservas para iniciar este tipo de ciclos han aumentado un 12% respecto al año anterior y un 22% en los dos últimos años, con datos registrados por la clínica Equipo Juana Crespo, especializada en medicina reproductiva de alta complejidad.

La clínica ha observado un incremento de citación “considerable”, aseguran con sus propias estadísticas. “El verano de 2020 comenzó a ser un año muy solicitado en nuestro centro para someterse a tratamientos, pero lo atribuimos a los efectos de la pandemia. Con el confinamiento y las restricciones de movilidad, los tratamientos de fertilidad se detuvieron durante un tiempo y fue en los meses de julio y agosto cuando comenzaron a retomarse”, explica la ginecóloga y obstetra, directora de atención al paciente.

La médico —pionera en reproducción asistida, con más de 30 años de experiencia en los casos más complejos— explica que pensaron que ese cambio de tendencia era “algo puntual” . Sin embargo, en los siguientes veranos la demanda “ha seguido aumentando sin cesar”.

De hecho, alrededor de un 10% de los tratamientos de reproducción asistida que se realizan en España son a pacientes extranjeras, especialmente procedentes de Francia e Italia, un dato que se mantiene constante desde que la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) lo recoge en sus informes, indican desde el Equipo Juana Crespo. Con los últimos datos disponibles, en 2020 se llevaron a cabo en nuestro país un total de 127.420 tratamientos, de los que 13.588 eran internacionales. Además, la SEF especifica que, de esos 13.588 ciclos realizados en 2020, el 52% corresponden a tratamientos de fecundación in vitro con óvulos donados.

Sin embargo, en el caso de la clínica Equipo Juana Crespo, de los casi 4.000 ciclos que realizan al año, sólo el 5% de sus pacientes son internacionales. El centro enumera las razones que motivan a sus pacientes a viajar a España para recibir tratamiento. Resalta que uno de los motivos es buscar expertos en el tratamiento de fecundación in vitro con óvulos propios.

Muchas pacientes extranjeras, prosigue, llegan a España “expresamente” para realizarse un procedimiento de rejuvenecimiento ovárico, desarrollado por la propia clínica, basado en la medicina regenerativa con PRGF (plasma rico en factores de crecimiento) que, aseguran, “mejora la calidad ovocitaria” y que da la opción de tener un hijo “con sus propios gametos”.

Para la doctora Juana Crespo “embarazar a una mujer con óvulos de una donante de 20 años es relativamente fácil; el reto está en conseguir el embarazo en la paciente de 43 años con sus propios óvulos y más, si esta mujer se encuentra a miles de kilómetros de distancia”.

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