India se convierte en el primer país en aterrizar en el polo sur de la Luna

El módulo ‘Vikram’ completa una maniobra de “20 minutos de terror” para posarse en la superficie lunar, donde la misión ‘Chandrayaan-3’ realizará experimentos científicos

Aterrizaje lunar de la nave ‘Chandrayaan-3’ en la Luna. El alunizaje, desde el centro de control de India. Integrantes del programa espacial festejan el éxito de la misión. |  // EFE

Aterrizaje lunar de la nave ‘Chandrayaan-3’ en la Luna. El alunizaje, desde el centro de control de India. Integrantes del programa espacial festejan el éxito de la misión. | // EFE / valentina raffio / álex bustos

valentina raffio / álex bustos

India acaba de convertirse oficialmente en el cuarto país en aterrizar con éxito en la Luna y el primero en hacerlo en el polo sur de este satélite. Ayer, tras una cuenta atrás de vértigo, la agencia espacial india (ISRO) ha conseguido posar la misión espacial Chandrayaan-3 sobre el polo sur de la Luna. El logro histórico, celebrado entre efusivos aplausos y mensajes presidenciales desde la sala de control de la misión, llega a tan solo unos días del fallido alunizaje de la sonda rusa y cuatro años después del fracaso del programa indio Chandrayaan-2, que se estrelló contra la superficie lunar en 2019. “Estamos ante algo histórico para nuestro país y para la exploración espacial”, ha exclamado uno de los responsables de la misión minutos después de la confirmación del alunizaje de la nave india.

India se convierte en el primer país en aterrizar en el polo sur de la Luna

India se convierte en el primer país en aterrizar en el polo sur de la Luna / valentina raffio / álex bustos

El verdadero protagonista de esta hazaña es el módulo de aterrizaje Vikram, bautizado así por su carácter “valeroso”. Este aparato espacial despegó hace más de un mes de su planeta madre, ha recorrido miles de kilómetros por el espacio y, finalmente, ayer superó un peligroso aterrizaje de “20 minutos de terror” que le ha permitido posarse sobre la superficie lunar.

India se convierte en el primer país en aterrizar en el polo sur de la Luna

India se convierte en el primer país en aterrizar en el polo sur de la Luna / valentina raffio / álex bustos

Los responsables de la misión, de hecho, explican entusiasmados cómo este instrumento ha conseguido con éxito reducir su velocidad hasta 1,6 kilómetros por segundo, corregir su trayectoria para ponerse en posición vertical y descender 30 kilómetros hasta llegar sano y salgo sobre el polvoriento suelo de nuestro satélite.

“India está por fin en la Luna. Ya nos hemos convertido oficialmente en el primer país en posarse sobre el polo sur de la Luna “, ha exclamado el primer ministro indio, Narendra Modi, ante los aplausos de los ingenieros y técnicos que han hecho posible esta hazaña. “Estamos ante un logro histórico”, ha añadido, entusiasmado, P. Veeramuthuvel, el director científico de este programa espacial que, según lo previsto, planea realizar una serie de experimentos científicos sobre el suelo lunar durante un total de dos semanas.

Carrera lunar

La humanidad emprendió su primera gran carrera a la Luna hace más de cincuenta años. Tras lograr los primeros pasos de nuestra especie sobre el polvoriento suelo lunar, la fiebre por explorar el satélite terrestre estuvo a la baja durante décadas. Pero en los últimos años parece que los programas lunares han vivido un nuevo resurgir. Prácticamente todas las grandes agencias espaciales del mundo, así como las grandes empresas privadas del sector, aspiran a volver a tocar la Luna, forjar las huellas de una nueva generación de astronautas y sentar las bases para que, algún día, nuestro satélite se convierta en un trampolín para futuros viajes a Marte.

Las misiones lunares han vuelto a estar de actualidad en los últimos meses. En noviembre del año pasado, Estados Unidos inauguró con éxito el primer vuelo de su programa Artemis que, si todo va según lo previsto, en 2025 prevé llevar a la primera mujer y al primer afroamericano a la Luna y, poco a poco, construir un asentamiento humano en el satélite. En abril, una empresa japonesa intentó sin éxito enviar una sonda a la Luna. Hace unos días, Rusia perdió el control de su Luna-25 y acabó viendo cómo se estrellaba sobre el suelo lunar. La agencia rusa Rocosmos, por su parte, afirma que pese a este último fracaso tirará adelante una nueva generación de misiones lunares en solitario.

Uno de los objetivos clave de la fallida misión Luna-25 era estudiar el hielo de los casquetes polares de la Luna, algo que sería clave para poder establecer bases con personal humano de forma permanente, ya que transportar agua hasta el satélite comporta un alto coste, de cerca de un millón de dólares por cada litro. A pesar del revés, Moscú tiene en mente seguir siendo un referente en el campo espacial y lo hará por su propia cuenta. Aunque por ahora sus astronautas siguen en la Estación Espacial Internacional, en 2024 está previsto que la hayan dejado, y a partir del 2025 se empezará a construir una propia, siguiendo la estela del MIR, la estación espacial soviética que estuvo en funcionamiento hasta el 2001.

La NASA se debate entre Marte y la Luna tras un recorte presupuestario

Esta circunstancia obligará a la agencia a “replantear varias misiones”

¿Volver a la Luna o recoger muestras en Marte? ¿Forjar los primeros pasos de una mujer fuera de nuestro planeta o traer por primera vez en la historia un puñado rocas marcianas a la Tierra? ¿Pisar de nuevo nuestro satélite o ir más allá? Esta es la disyuntiva a la que se enfrenta en estos momentos la agencia espacial estadounidense NASA, la entidad más grande del mundo dedicada a la exploración del cosmos, después de que el Senado americano anunciara un drástico recorte de su presupuesto para el año que viene. Según comunicaron los senadores a finales de julio, el presupuesto para el 2024 será ligeramente inferior al del año anterior y se quedará muy lejos del aumento que había reclamado NASA. Este cambio de presupuesto “obligará a replantear varias misiones”, esgrimen desde la agencia. Y esta disyuntiva llega en un momento de repunte de la exploración espacial como factor geopolítico: con la India convertida en el primer país en alunizar en el polo sur de la Luna y con Rusia enfrascada en la misma batalla pese al reciente fiasco de su misión lunar. Hace ya algunos años que el Senado estadounidense muestra cierto escepticismo hacia el “ambicioso presupuesto” que reclama NASA para tirar adelante sus proyectos de exploración espacial. Sobre todo porque, como viene siendo habitual en este tipo de misiones, los retrasos y problemas técnicos suelen acabar disparando los costes y, en algunos casos, incluso pueden acabar multiplicando por diez la estimación inicial. En estos momentos, la agencia espacial tiene un total de 80 misiones activas: desde las misiones robóticas para buscar vida en otros planetas hasta los programas satelitales para estudiar el impacto del cambio climático en la Tierra. El Senado ha decidido que “solo” se entregarán 25.000 millones de dólares de los más de 27.000 millones que había solicitado NASA para 2024. Todo apunta a que el recorte presupuestario acabará afectando a los dos proyectos más ambiciosos de la agencia: el programa lunar Artemis (con el que se pretende llevar a una mujer y a una persona de color a la Luna en 2025 para, después, construir una estación que sirva de trampolín para futuros viajes a Marte y más allá) o la icónica misión Mars sample return (la primera en la historia diseñada para recoger muestras del suelo marciano y traerlas de vuelta a la Tierra alrededor de 2028).