Salud mental

El azote de la soledad: el suicidio en mayores crece un 8,8% en España en cinco años

Con datos del INE recogidos por SALUD MENTAL ESPAÑA los suicidios en mayores de 65 representaron el 30,85% del total

Los mayores, especialmente vulnerables.

Los mayores, especialmente vulnerables.

Nieves Salinas

Ese dejarse ir. Ese ya no le importo a nadie. Ese dejar de comer, beber, tomar las pastillas, dormir o salir… Ese aislamiento que se va enroscando y que les aboca a la nada. Esa soledad aplastante. No deseada. Los expertos llevan mucho tiempo advirtiéndolo: las personas mayores son un colectivo especialmente vulnerable si se habla de suicidio. Donde hay que poner el foco. Este jueves, con motivo del Día Mundial para la Prevención, que se celebra el 10 de septiembre, SALUD MENTAL ESPAÑA ha aportado datos: el suicidio entre mayores se incrementó un 8,8% en los últimos 5 años, según los últimos datos definitivos de 2017 a 2021, publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En España, hay casi 10 millones de personas mayores de 65 años (20% de la población total). Con datos del INE recogidos por SALUD MENTAL ESPAÑA los suicidios en mayores de 65 representaron el 30,85% del total, lo que supone 1.235 personas. El 75% fueron hombres (921) y el 25% mujeres (314). Los últimos datos definitivos publicados por el INE, relativos a 2021, indican que ese año en España se suicidaron 4.003 personas (2.982 hombres y 1.021 mujeres), un 1,6% más que en 2020. A nivel mundial, la población de edad avanzada presenta las tasas más altas de suicidio.

El "suicidio silencioso"

Según el estudio 'El suicidio en personas mayores' - de 2022, elaborado por enfermeras del Servicio Aragonés de Salud y publicado en la 'Revista Sanitaria de Investigación'-, existen numerosos factores de riesgo de suicidio en personas mayores como, por ejemplo, el hecho de ser hombre. También la viudedad reciente o pérdida de un ser querido y la conciencia de la muerte.

"Es tan letal como el activo ya que la intención de morir es la misma pero lo que cambia es el medio", señala una investigación sobre el suicidio silencioso en los mayores

En el artículo, las enfermeras desgranan diferentes conceptos y apuntan al "suicidio silencioso" o "síndrome de deslizamiento": la intención enmascarada de provocarse la muerte por medio de métodos no violentos, generalmente mediante el abandono de la satisfacción de necesidades básicas (comer, beber, dormir…) o mediante el incumplimiento de tratamientos médicos esenciales.

"Es tan letal como el activo ya que la intención de morir es la misma pero lo que cambia es el medio. Este se caracteriza por presentar síntomas depresivos no marcados, desinterés por el entorno, rechazo de alimentos y de ayuda, conductas regresivas, anorexia, atonía intestinal y vesical y abandono de hábitos y autocuidado", apuntan las enfermeras en su trabajo.

La soledad no deseada

Nel González Zapico, presidente de SALUD MENTAL ESPAÑA, llama la atención sobre las causas: "El aislamiento en el que viven muchas personas mayores y la soledad no deseada, sobre todo en las grandes ciudades, perjudica su salud mental e impide en muchas ocasiones el acceso a un tratamiento adecuado. Además, las personas mayores experimentan con más frecuencia el dolor por la muerte de un ser querido, un descenso del nivel socioeconómico como consecuencia de la jubilación, o la discapacidad, factores que pueden ser causa de pérdida de independencia, soledad y angustia".

El suicidio en personas mayores puede estar relacionado con la depresión, uno de los trastornos mentales más comunes en la vejez, apunta la entidad. Es, además, el grupo de edad más propenso a consumir psicofármacos. Vivir solo o sola, el aislamiento social y familiar, así como no tener una red de apoyo, son también cuestiones que pueden contribuir a las ideaciones o intentos de suicidio. Y a la depresión, muchas veces, lleva la soledad. Aproximadamente un 40% de las personas mayores dicen sentirse solas.

Aumento de la mortalidad

La soledad no deseada es un problema que afecta "gravemente a la salud física y mental". De hecho, aumenta la probabilidad de mortalidad en un 26% y se asocia con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades coronarias coronarias, accidentes cerebrovasculares, hipertensión arterial, deterioro cognitivo y demencia. Y, muy grave, es un factor de riesgo, para la progresión de la fragilidad física, la depresión, intención suicida o un funcionamiento cognitivo más deficiente.

La Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP) ha pedido en diferentes ocasiones al Gobierno que acelere la estrategia nacional frente a la Soledad No Deseada en la que trabaja para acabar con una lacra que sufren más de dos millones de personas mayores de 65 años en nuestro país. El Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 lleva meses trabajando en esa estrategia nacional para combatir un problema de enorme calado.

En las cuatro ciudades donde están presentes (Granada, Madrid, Murcia y Sevilla) 769 voluntarios de ONGs como Solidarios se afanan en cambiar esa realidad. Con datos de su Memoria de 2022, han atendido a 354 personas mayores que viven solas y que han recibido la visita de un voluntario cada semana durante ese año.

Estar enfermo

SALUD MENTAL ESPAÑA, que ha lanzado una campaña de 10 medidas de prevención del suicidio en personas mayores apunta, también, a otros factores. Como la jubilación (con la pérdida de rol y actividad diaria que conlleva) o un cambio de entorno al mudarse de domicilio, "como momentos clave y especialmente sensibles en la vida de las personas mayores". Están, además, las enfermedades crónicas o terminales con dolor no tratable, pérdidas de tipo físico, una situación de dependencia que pueda llevar a la persona a tener sensación de ser un lastre, o tener un problema de salud mental o de adicciones...

Mayores en una residencia.

Mayores en una residencia.

En cuanto a las reivindicaciones, el Comité Pro Salud Mental en Primera Persona y la Red Estatal de Mujeres de SALUD MENTAL ESPAÑA reivindican actuar en la prevención, reforzando la atención psicológica especializada, sensibilizando a la población general, y potenciando los recursos de ayuda. El suicidio, concluyen, continúa siendo un grave problema de salud pública. Por cada persona que se suicida, al menos otras seis se ven íntima y profundamente afectadas.