El Papa calienta la guerra fría contra el “reaccionario” clero de Estados Unidos

El Pontífice cuestiona “la actitud reaccionaria muy fuerte” de la iglesia norteamericana | Impulsará en los próximos dos años la renovación de obispos en el país con jóvenes próximos a sus posturas pastorales

El papa Francisco, en una imagen de archivo. |   // EFE

El papa Francisco, en una imagen de archivo. | // EFE / Irene Savio

Irene Savio

Con el fin de las vacaciones y la agenda papal del otoño cargada de citas, la guerra fría entre el papa Francisco y el influyente clero estadounidense se reactiva. El problema es que si solo “nos dedicamos a las luchas culturales, nos olvidamos de la realidad”, afirmaba esta semana el nuncio (embajador vaticano) en Estados Unidos (EEUU), Christophe Pierre, al intervenir sobre la última polémica del Papa jesuita con los obispos norteamericanos.

El enfrentamiento no podría ser más visible. Bergoglio ya ha dejado definitivamente atrás también el lenguaje diplomático y se ha lamentado en público de la “actitud reaccionaria muy fuerte, organizada” en su contra del clero de EEUU, obsesionado con temas como el aborto, los gais y las personas transgénero. “A estas personas quiero recordar que el ‘indietrismo’ (el mirar hacia atrás, en italiano) es inútil”, ha criticado.

A su juicio, mirando hacia atrás “se pierde la verdadera tradición y se acude a las ideologías en busca de un apoyo y sostén de cualquier tipo. En otras palabras, la ideología suplanta a la fe”, ha denunciado. El Pontífice se ha expresado de esta manera en un encuentro con jesuitas durante la Jornada Mundial de Juventud en Portugal a principios de mes, aunque su discurso ha sido filtrado estos días por La Civiltá Cattolica, una revista jesuita que dirige el sacerdote Antonio Spadaro, amigo íntimo del Papa.

Choque por capítulos

“Cuando uno se encierra o se olvida a las personas, las situaciones concretas y se enfoca en las ideas, se polariza”, ha observado el nuncio Pierre. “Esto es lo que el Papa nos pide. Que no seamos simplemente defensores de ideas, porque si solo defiendo una idea, aquellos que no están de acuerdo conmigo se convierten en enemigos”, ha añadido.

El nuevo capítulo del enfrentamiento no se produce en un momento cualquiera. Según algunos observadores, es un hecho que en los próximos dos años se prevé que se jubilen decenas de obispos del país y que el Papa tendrá entonces la facultad de reemplazarlos con jóvenes obispos, mayoritariamente cercanos a sus posturas pastorales y misioneras. “Si nombra nuevos obispos en todas las iglesias locales, Francisco habrá nombrado al 64% del episcopado estadounidense”, ya ha apuntado el vaticanólogo Brian Fraga, en el National Catholic Reporter.

Que esta renovación está en los planes de Francisco también lo demuestran algunos recientes nombramientos de cardenales estadounidense que el Papa ha hecho: Wilton Gregory para Washington, Blase Cupich en Chicago, y Robert McElroy en San Diego, ha apuntado Marco Greco, del diario italiano Domani.

La cita que agita

Pero no es la única cita que está agitando las aguas, ya que en octubre se abrirá el llamado Sínodo sobre la Sinodalidad, la gran reunión con la que el Papa pretende modernizar la Iglesia católica. Esto lleva meses generando controversia y ha exacerbado el conflicto entre el bando conservador y el progresista. La razón es que el Papa ha comenzado a atender las peticiones de los progresistas para que en estas reuniones haya una mayor inclusión de sectores tradicionalmente poco (o nada) representados, como las feministas católicas. De ahí que, por ejemplo, las mujeres y los laicos podrán ejercer su derecho al voto por primera vez en la reunión.

El choque, sin embargo, tampoco es algo nuevo. Tan solo en el último año, los obispos estadounidenses han llevado a cabo diversas batallas que les han puesto en la picota. Un ejemplo de ello fue cuando, en la pasada primavera, difundieron un documento solicitando a los hospitales católicos que negaran el cambio de sexo a personas transgénero. En un segundo texto, recordaban las modalidades católicas para las sepulturas de los difuntos.

Otro episodio, muy mediático especialmente en EEUU, se ha producido cuando los obispos afirmaron abiertamente que querían negar la eucaristía al presidente estadounidense, Joe Biden, por sus posturas ‘pro-choice’ sobre el aborto. Un asunto el del aborto al que el Papa se opone pero que sigue abierto.

No es Biden el único dirigente demócrata en el blanco de los obispos. A la que fuera presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, el arzobispo de San Francisco, Salvatore Cordileone, le negó la comunión en mayo de 2022. El propio Francisco enmendó luego el agravio, concediéndole la eucaristía un mes después.

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