La Valedora insta a la Xunta a dar ayudas a los dependientes a la espera de valoración

Proporcionar ayudas económicas automáticas a los usuarios que están a la espera de una valoración de dependencia. Es una de las principales propuestas en el ámbito de la inclusión que la Valedora do Pobo, María Dolores Fernández Galiño, dio a conocer ayer en la presentación del informe de la actividad de la institución del año 2022. Una recomendación que, según trasladó, ya ha sido aceptada por la Consellería de Política Social, la responsable, y que formará parte del nuevo decreto de valoración de dependencia.

Solo en materia de dependencia se presentaron 1.186 reclamaciones en este ejercicio. La titular del alto comisionado del Parlamento de Galicia instó al Ejecutivo autonómica a agilizar los procesos en este ámbito y es que, según los últimos datos conocidos, son alrededor de 4.000 los gallegos a la espera de atención a la dependencia o de valoración de la misma.

Las listas de espera, tanto para la realización de pruebas complementarias como para acudir a consultas, procedimientos terapéuticos y quirúrgicos fueron el pasado año “el principal motivo de queja” de los gallegos ante la Valedora. Sin embargo, cayeron respecto a los años precedentes: de 899 asuntos tramitados en 2021 a 685 el año pasado. Fernández Galiño atribuyó esta situación a que en los años anteriores, los inmediatamente posteriores a la crisis del COVID, se habían disparado aún más las quejas en esta área.

La Valedora do Pobo cerró el pasado año con la entrada de un total de 3.958 asuntos, lo que supone una media de 330 al mes. “Hubo un incremento de toda la actividad de la institución”, indicó Fernández Galiño. La mayoría sigue teniendo como administración implicada a la Xunta, de entre los que casi la mitad están dirigidas a la Consellería de Sanidade, si bien la Valedora destacó una caída de los expedientes y quejas, vinculada a la remisión de los efectos de la pandemia.

Atención a los mayores

Aumentar la atención a los mayores es otro de los llamamientos que la Valedora hizo a administraciones y poderes públicos. “Las personas mayores tienen derecho a que se reconozcan sus derechos y a vivir con dignidad”, sentenció. En un contexto de evolución digital, manifestó que no se debe dejar atrás a quien “no puede” o “no quiere” ser atendido de forma telemática o por vía electrónica.

“La atención telemática es un derecho, no puede ser una obligación”, dijo. Así las cosas, detalló que las actuaciones de oficio iniciadas en este ámbito tuvieron que ver con asuntos como la soledad no deseada, el cierre de oficinas bancarias en zonas del rural o los desahucios.

“Fuera de las relaciones afectivas hay feminicidios. Hay que visibilizar el tema porque de lo contrario no se pueden adoptar medidas de prevención ni proteger a la víctima como es preciso”, explicó Fernández Galiño. El Ministerio de Igualdad presentó este año por primera vez las estadísticas correspondientes a los feminicidios fuera del ámbito de la pareja en 2022, contabilizando un total de 34. “Cuando hablamos de que hay 49 víctimas de violencia de género (acabando con su vida su pareja o expareja), a esta cifra hay que sumar 34 más que también fueron asesinadas por ser mujeres”, remarcó.

En este sentido, la Valedora do Pobo inició dos investigaciones de oficio en relación a dos muertes que, “sin prejuzgar los escritos de acusación, se podía apuntar que eran dos feminicidios fuera del ámbito de la pareja o expareja y, por tanto, no computadas como asesinadas por violencia de género”.

Incertidumbre

“La situación de incerteza continúa”, indicó Fernández Galiño, haciendo una breve valoración del año presente, en el que “hay que prestar atención también a los nuevos riesgos”, además de a los que ya llevan años siendo objetivo de acusaciones.

Las situaciones derivadas de la inteligencia artificial son una de las grandes preocupaciones del futuro, según indicó la Valedora. “Hay que estar atentos a los programas de reconocimiento facial, que generar contenido y a la protección de los datos personales”, subrayó.

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