Un estudio alerta de la desigualdad que genera el actual modelo de ‘selectividad’

La reforma de la ABAU que en teoría iba a avanzar hacia una mayor homologación de la prueba, al menos de los criterios de corrección, sigue congelada a la espera de la decisión que tome el futuro Gobierno estatal ...cuando se constituya. Mientras tanto, el Ministerio de Educación ha avanzado por dónde irá la normativa que permitirá a las comunidades y a sus organismos de acceso universitarios organizarse para el año que viene y, por ahora el espíritu de la prueba no cambia, aunque se permita elegir entre Historia de España e Historia de la Filosofía conforme al nuevo currículo de Bachillerato.

En la práctica, eso supone extender al menos un año más un modelo que la Xunta cuestiona por entender que se da un “desigual nivel de exigencia de los exámenes y de los criterios de corrección” que “no garantiza la igualdad entre el alumnado de toda España”. En particular, el Gobierno gallego cuestiona que las comunidades que “mejores resultados cosechan en evaluaciones internacionales “de prestigio”, como PISA, caso de Galicia, no obtengan un resultado “parejo” en la prueba.

Un nuevo estudio publicado en el último número de la “Revista de Educación”, editada por el Ministerio, apunta en la misma dirección y vuelve a enfocar la cuestión desde el punto de vista de su efecto en el acceso a grados de alta demanda, como Medicina. Así, en sus conclusiones, el artículo Análisis sobre el acceso a la universidad española y sus implicaciones en el grado de Medicina recoge que “los resultados de las 17 pruebas de acceso existentes en España muestran una heterogeneidad en las calificaciones que redunda negativamente en la igualdad de oportunidades para el acceso en general y concretamente para acceder a los estudios de Medicina”.

Los autores, Cristina Yanes y Miguel Ángel Ballesteros, de la Universidad de Sevilla, detallan que “si se entiende la prueba de acceso a la universidad como una puerta única para acceder al sistema, no tiene sentido que, de forma sostenida en el tiempo, algunas comunidades se sitúen como norma por debajo de la media, mientras que otras se sitúen por encima”.

Galicia es una de las siete comunidades autónomas que se encuadra en el primer grupo, por debajo de la media. Los datos reunidos en el informe la sitúan a la cola, solo con mejor desempeño que las Islas Baleares, en una prueba, cuyo “elevado carácter competitivo” los autores ven “determinante” para acceder o no a la titulación deseada.

Uno de esos grados codiciados es Medicina, que en el curso pasado registró once aspirantes por plaza y que el artículo analiza por el contexto de “la problemática social específica que supone la falta de profesionales”. Una de las medidas impulsadas por el Ejecutivo central para dar respuesta al déficit de profesionales sanitarios del que se queja el Sergas es dar luz verde a más plazas en las facultades, que se traduce este curso en Santiago en 403 vacantes, un 11,2% más, lo que supone volver a cifras similares a las de 2010.

Según el artículo, que ubica a Galicia entre las autonomías que destacan por la elevada proporción de estudiantes que quieren proseguir su formación en los campus, las notas de acceso a las carreras sanitarias en España son las “más altas” del sistema. Aducen que desde 2018-19 la media en las universidades públicas se incrementó y el informe augura que la tendencia “continuará al alza”, aunque se emplaza a ver qué ocurrirá con el aumento de plazas. Lo que sí pone en cuestión es que sea una medida “correctora para el problema de la falta de profesionales de Medicina”, dado que existe “cierta constancia” en la correlación de ingresados y egresados.

Suscríbete para seguir leyendo