Galicia, al acecho de los Premios Goya con nueve nominaciones

El coruñés Xoel López, candidato a la mejor canción | Las actrices María Vázquez y Janet Novás optan a un cabezón como mejores intérpretes | El director Álvaro Gago, finalista con ‘Matria’

El músico coruñés Xoel López.  | // VÍCTOR ECHAVE

El músico coruñés Xoel López. | // VÍCTOR ECHAVE / Mar Mato/Quim Casas

Mar Mato/Quim Casas

El próximo 10 de febrero en Valladolid hay una cita con el cine español: la entrega de los premios Goya. Un total de nueve nominaciones llevan la huella de gallegas o gallegos. María Vázquez opta al galardón como mejor actriz protagonista por su papel de Ramona en Matria. Precisamente, el realizador de esta cinta, el vigués Álvaro Gago, aspira a conseguir la distinción de mejor director novel. La porriñesa Janet Novás ya sueña con ser la mejor actriz revelación; y el filme Hanna y los monstruos —de la directora viguesa Lorena Ares— y El sueño de la sultana —coproducido por la ferrolana Chelo Loureiro— son finalistas a mejor largometraje de animación. El coruñés Xoel López ha conseguido además que Eco, para la banda sonora de Amigos hasta la muerte, opte a mejor canción.

El outiense Noé Montes podría lograr el cabezón a mejor maquillaje por su trabajo para Valle de sombras y Curru Garabal podría conseguir el Goya a mejor dirección de arte por su aportación a Cerrar los ojos. Además, To bird or not to bird del vasco Iván Miñambres —coproducido por Chelo Loureiro— podría llevarse el premio a mejor corto de animación.

Aunque a nivel internacional la cosecha del cine español de este año puede considerarse un poco inferior a la de 2022, lo cierto es que, a tenor de las nominaciones para los premios Goya, vuelve a mandar un cierto eclecticismo, una variedad de propuestas, géneros y estilos, algo que siempre redunda en una mejor salud artística y comercial para la cinematografía en cuestión.

En la edición del pasado año la más nominada, en 11 categorías, fue Alcarràs de Carla Simón, que había ganado el preciado Oso de Oro en Berlín y fue seleccionada para participar en los Oscar. Eran unas nominaciones consecuentes, aunque luego el filme se fue de vacío. 20.000 especies de abejas sigue el mismo camino, ya que compitió en el festival de Berlín y ganó un premio importante —Oso de Plata a la mejor interpretación protagonista para Sofía Otero— y se trata de una película dirigida por una cineasta.

Las 15 nominaciones con las que aparece el filme de Estibaliz Urresola Solaguren la colocan en una posición privilegiada. Pero esta vez la Academia ha lanzado a la lotería de los Oscar otro filme, La sociedad de la nieve, que con 13 nominaciones se coloca segunda de la pole position de los Goya. Los filmes de Urresola y J. A. Bayona se reparten ahora lo que en 2022 se concedió al de Carla Simón. Son dos obras completamente distintas, y esa variedad acostumbra a atestiguar una pluralidad de intereses que resulta positiva para cualquier cinematografía. La española se encasilló en épocas pretéritas en un mismo tipo de producciones, pero la variedad genérica consolida industria y estimula la taquilla.

Un drama intimista: s20.000 especies de abejas. Un drama exterior: La sociedad de la nieve. Otro drama intimista de distinta pulsión: Un amor, de Isabel Coixet. Un drama oscuro ribeteado de comedia romántica: Saben aquell, de David Trueba. Y un drama reflexivo sobre el propio cine: Cerrar los ojos, o el regreso de Víctor Erice. Estas son las cinco películas que rivalizan en la principal categoría. Pero no solo eso: 15 nominaciones para 20.000 especies de abejas, 13 para La sociedad de la nieve, 11 tienen Cerrar los ojos y Saben aquell, y siete Un amor.

A diferencia de los Oscar de Hollywood, que muchas veces se saltan la ecuación película-director nominando a realizadores que no compiten en la categoría de mejor filme y al revés, los Goya son coherentes en este sentido: Bayona, Erice, Coixet y Trueba son los nominados, y solo falta Urresola, que se sitúa en la categoría de mejor dirección novel y deja su sitio a Elena Martín, que con su segundo largometraje, Creatura, ha gozado también del beneplácito internacional con su buena acogida en Cannes.

Se presupone dura la pugna por el Goya a la mejor interpretación femenina, con Laia Costa (Un amor), Patricia López Arnaiz (20.000 especies de abejas), María Vázquez (Matria) y Malena Alterio (Que nadie duerma) rivalizando en intensidad, aunque no le va a la zaga Carolina Yuste, la esposa de Eugenio en el filme de Trueba. Menos claro aparece el premio al mejor actor, aunque si al final se premia a Erice por su película, lo más normal sería darle el galardón a Manolo Solo, ya que hace de alter ego del director de El espíritu de la colmena.

‘Matria’ se verá en Francia, Portugal, Grecia e Italia

En el año 2019, el gallego Álvaro Gago resultaba nominado a los Goya con Matria y optó al premio a mejor corto de ficción. Cuatro años después, aquella pieza creció, se hizo mayor con un largometraje del mismo nombre y nuevamente vuelve a aspirar a un Goya. En esta ocasión, al mejor director novel. Lo logra a pocas semanas de que el filme sea visto en cines de Francia, Portugal, Grecia e Italia. “De Francia llegué tras hacer un pequeño tour. La distribuidora local francesa va a apostar mucho por la película. Con nuestros hermanos portugueses haremos algo chulo. Está muy bien poder proyectar a Ramona en otros países”, confesaba ayer. Confesaba también Gago sentirse “muy feliz” pero con reparos sobre la nominación: “Es importante pero hay que tener los pies en la tierra. Me alegro porque es muy complicado para las películas gallegas llegar a los Goya. El lobby gallego es inexistente; tiene una influencia nula, así que es importante estar ahí”. En cuanto a si había que interpretarlo como una nueva hazaña del cine gallego, Gago señaló que “quizás aunque me cuesta verlo de una manera tan épica”. Lo que sí reconoció es que sigue sorprendido por los logros del filme al tiempo que recalcaba “el trabajo que hacemos llamando a muchas puertas, siendo accesibles a muchas proyecciones sin hacer diferencia entre públicos. De hecho, los contextos más pequeños son muy amables y en ellos uno se siente querido y valorado además de tener un debate enriquecedor con la audiencia. Estoy muy contento de que la película siga enganchando a la gente”.