Un hombre mata a su mujer con movilidad reducida y luego se suicida en Sigüeiro

La principal hipótesis con la que trabaja la Guardia Civil es la del crimen machista | Una familiar del matrimonio de octogenarios halló los cadáveres “con signos de violencia”

Agentes de la Guardia Civil en el portal del edificio donde ocurrieron los hechos. |   // ANTONIO HERNÁNDEZ

Agentes de la Guardia Civil en el portal del edificio donde ocurrieron los hechos. | // ANTONIO HERNÁNDEZ / Marcos Manteiga

Marcos Manteiga

La Guardia Civil atribuye a violencia machista la aparición de los cuerpos sin vida de un matrimonio de octogenarios que presentaban signos de violencia en un piso de Sigüeiro, la capital del Concello de Oroso (A Coruña). De momento, se descarta que haya terceras personas implicadas en el crimen, dado que la puerta de la vivienda no había sido forzada, y parece que las muertes se podrían haber producido por arma blanca. Los cadáveres pertenecen a un hombre de 88 años, Manuel Barbeira Carneiro, y una mujer de 80, Encarnación Regueiro Rodríguez.

Fueron unos familiares quienes los encontraban sin vida en la mañana de ayer, viernes, cuando llegaban a la vivienda, situada en el tercer piso del número 1 de la céntrica rúa Castaños. Urxencias Sanitarias de Galicia-061 ha tenido conocimiento de los hechos sobre las 11.15 horas, dando aviso a la central del 112 para solicitar la intervención de las fuerzas del orden. El 061 envió una ambulancia de soporte vital básico con un equipo de Atención Primaria al lugar, pero los profesionales sanitarios tan solo pudieron confirmar el fallecimiento de las dos personas.

Lo que tienen claro las fuerzas del orden es que en los hechos hubo violencia, y también que no parece haber una tercera persona implicada, ya que la cerradura no estaba violentada. Pasado el mediodía acudían efectivos del Servicio de Criminalística, así como la jueza y el forense.

Quienes trataban con Manuel y Encarnación —pocos les conocían en profundidad porque tampoco llevaban muchos años en el inmueble—, aseguran que jamás “se escuchó un grito o golpe” procedente del tercer piso, “y tampoco daban problemas”.

La mujer, con movilidad reducida, no salía demasiado, y hace unas semanas se había desplazado la ambulancia hasta su domicilio. Al parecer, también sufría párkinson. “Él la llevaba en coche antes, pero últimamente no conducía”, afirman.

El crimen, según explicaron profesionales de los Servicios Sociales, podría tener mucho que ver con el síndrome del cuidador superado por las circunstancias. Por su parte, el alcalde de Oroso, Álex Doval, señalaba que, en su opinión, “podríamos estar desgraciadamente ante un caso de un señor mayor que se vio desbordado”, según aportó a El Correo Gallego, del mismo grupo editorial que LA OPINIÓN.

En cuanto a su vida diaria, el personal de un supermercado cercano confirma que en los últimos meses solo veían al hombre, “que era quien venía a hacer la compra con un carrito, y parecía amable”. En ocasiones le ayudaban a cargar los alimentos, y nunca percibieron actitud violenta por parte de Manuel, “porque tampoco andaba muy bien de salud”, destacan las mismas fuentes. El matrimonio era, al parecer, originario de la orilla compostelana del río Tambre, una circunstancia que explicaría por qué no eran demasiado conocidos en Oroso.

La Benemérita está a la espera de los resultados de la autopsia para pronunciarse definitivamente.

Vecinos afirman que vieron al anciano en la calle “desorientado y con restos de sangre”

Vecinos de la capital orosana confirmaban a El Correo Gallego , del mismo grupo que LA OPINIÓN, la versión que difundía la Televisión de Galicia (TVG), y en la que se trasladaba que Manuel había sido visto esa misma mañana “desorientado y con restos de sangre” vagando por las inmediaciones de su domicilio. La hipótesis es que, posteriormente, habría subido de nuevo a casa para quitarse la vida. Manuel era “discreto y no muy hablador, pero siempre daba las gracias”, apuntan comerciantes de la zona. En cuanto a la mujer, por lo menos hasta un período de tiempo relativamente reciente, “se movía algo, pero empleando un bastón”, si bien su estado podría haber empeorado en los últimos meses, de lo que daría fe la presencia de alguna ambulancia para atenderla ante la vivienda. Tras confirmarse que se trata de un caso de violencia machista, el regidor Álex Doval convocó un minuto de silencio hoy sábado, a mediodía, ante la casa consistorial de la praza Isaac Díaz Pardo, en rechazo del asesinato de Encarna.