Creado en Sitges

El primer centro de divulgación marina de España cumple 40 años

Su misión es acercar el medio marino y poner en valor la biodiversidad del litoral, que cuenta con una especie endémica de posidonia que se encuentra solo en el Mediterráneo y que tiene una gran importancia en todo el ecosistema, ya que es hogar de muchas especies que viven y se alimentan entre sus prados

Centre dEstudis Marins de Sitges.

Centre dEstudis Marins de Sitges. / CEM

Glòria Ayuso

Era el año 1983, momento en el que los documentales de Jacques Cousteau habían logrado sembrar la semilla de la concienciación ambiental por el océano, cuando se inauguró el primer centro de divulgación marina de España. Se trata del Centre d’Estudis Marins de Sitges (CEM), que celebra su 40 aniversario en un entorno muy diferente. Ante el aumento de la concienciación ciudadana por el cambio climático y la necesidad de trasladar el papel vital del mar y de los ecosistemas marinos para el equilibrio del planeta y de la salud humana, el centro se embarca este año en una ampliación y mejora de sus instalaciones expositivas.

La Diputación de Barcelona adquirió la bonita casa que alberga el CEM, en el número 72 del paseo Marítimo de esta población del Garraf, bajo la condición de que debía destinarse a equipamiento de uso pedagógico. El alcalde del municipio en la época, Jordi Serra, fue el que propuso que, debido a su ubicación frente al mar y a la tradición marítima de la población, debía dedicarse al medio marino. No había referente en el que inspirarse, y se optó por un centro que diera servicio principalmente a las escuelas y también a la ciudadanía.

Red Natura 2000

Su misión es desde entonces acercar el medio marino y poner en valor la biodiversidad del litoral, que cuenta con una especie endémica de posidonia que se encuentra solo en el Mediterráneo y que tiene una gran importancia en todo el ecosistema, ya que es hogar de muchas especies que viven y se alimentan entre sus prados. Es por ello que el Espai Marí Costas de Garraf, que se extiende desde Castelldefels hasta Cunit, forma parte de la Red Natura 2000, zona protegida por la Unión Europea al contar con estas praderas de posidonia y también de Cymodocea nodosa o seba. El mismo espacio es además Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) al acoger a especies como el cormorán moñudo, la gaviota corsa y otras que emigran y anidan en estos lugares.

El centro, que recibe unas 10.000 visitas al año, ofrece talleres sobre la vida marina y actividades prácticas en las playas y el mar, poniendo también atención en la limpieza de las playas y el estado de la costa. En su laboratorio se observan de cerca diversas familias de seres marinos. “Nuestro objetivo es despertar la curiosidad y el conocimiento sobre las maravillas del mar Mediterráneo y las costas del Garraf”, explica el director del Centre d'Estudis Marins, Pau Aguiló. 

Ciencia para adultos

Además de los programas educativos para escuelas y las actividades de fin de semana para el público en general, el CEM lleva a cabo proyectos de ciencia ciudadana para adultos y jóvenes: en salidas practicando snorkel se recolectan imágenes y datos sobre la biodiversidad marina y las especies detectadas. Los participantes analizan y vuelcan la información recogida para que esté disponible para la consulta pública en la plataforma Minka, sumándose a esta iniciativa creada por el Institut de Ciències del Mar.

Asimismo, en el último año el centro se ha aliado con la Federación de Actividades Subacuáticas y ha movilizado a submarinistas voluntarios para realizar un seguimiento de las praderas de posidonia frente a Vilanova i la Geltrú. “Hemos detectado 130 especies diferentes, lo que refuerza la importancia de la posidonia como ecosistema vital”, apunta el director del CEM. Las observaciones “nos proporcionan datos relevantes, como una posible afectación en la biodiversidad por la presión pesquera o los efectos de los temporales en el enraizamiento de la posidonia, aspectos que deberemos ir comprobando en las investigaciones”, añade.

Segunda estación de observación

El centro tiene previsto crear una segunda estación de observación para comparar las diferencias en el arraigo en distintas áreas de la costa. Para Aguiló, estas prospecciones "son cruciales para comprender mejor el impacto de los factores ambientales y antropogénicos en estos ecosistemas”.

Paralelamente a la organización de las actividades, la reforma que proyecta el CEM en sus instalaciones, y que se llevará a cabo durante este año para estar a punto en 2025, busca abrirse más al público en general con una vistosa exposición permanente. El proyecto incluirá experiencias sensoriales con imágenes y sonidos del fondo marino. “Buscamos fortalecer los vínculos de las personas con el mar, para aumentar la conciencia sobre la importancia de asegurar la salud del océano para poder también mantener nuestro bienestar”, explica el director del centro.