La inserción de FP alcanza un máximo con el reto de fomentar el emprendimiento

Una encuesta de la Xunta revela que el 85% de titulados trabaja, más del doble que una década atrás | La mayoría de empleos son en Galicia y contribuirían a “fijar población”

C. Villar

Los últimos resultados de inserción de FP en Galicia publicados por la Xunta son esperanzadores para los 64.500 alumnos que están matriculados en estos estudios. Si la cifra de quienes han elegido hacer un ciclo marca este año un récord, lo mismo ocurre con la empleabilidad. Según la encuesta realizada el año pasado a titulados en FP que finalizaron los estudios en 2020, los graduados en ciclos ordinarios alcanzan un 85,4 por ciento de inserción, más del doble que la promoción que había acabado una década atrás (cuando se situaba en el 32,7%) y en FP Dual, la cifra se dispara al 97%. Además, la mayoría de esos jóvenes desarrolla su trabajo en Galicia, un aspecto que resaltan desde la Consellería de Educación ya que sirve para “fijar población”. No obstante, desde el Ejecutivo autonómico perciben margen de mejora en emprendimiento, que abogan por “fomentar”, pese a que ha ido a más y casi un 5% de los graduados ha optado por el autoempleo, y en lograr que “ningún alumno salga sin titular” de esta etapa formativa, como indicó el conselleiro de Educación, Román Rodríguez.

Los datos, que forman parte del informe anual sobre empleabilidad de las enseñanzas de FP, suponen, según el titular de Educación, “consolidar” la tendencia “al alza” de los últimos años “hasta alcanzar máximos históricos” en ayudar a los jóvenes “a labrarse un futuro”. En algunos casos, esos máximos son imbatibles, como ocurre con los 19 ciclos con el cien por cien de inserción de acuerdo con el alumnado encuestado. Esos ciclos son, como destacan desde la Xunta, de familias “muy diversas” y están relacionados con sectores “muy distintos”, lo que le sirve a Educación para sostener que los “buenos “datos de la FP no son algo “aislado”, como apuntó durante la presentación Jorge Eduardo Regueiro Tato, responsable del servicio de Relación con el Sistema Produtivo, Orientación e Inserción Laboral.

En concreto, los ciclos cuyos encuestados alcanzan el pleno empleo, según los datos de Educación, serían: Actividades agropecuarias, Ganadería y asistencia en sanidad animal, Producción agropecuaria, Obras de Interior, Decoración y Rehabilitación, Mantenimiento electrónico, Diseño en fabricación mecánica, Programación de la producción en moldeo de metales y polímeros, Procesos y calidad en la industria alimentaria, Desarrollo de proyectos de instalaciones térmicas y de fluidos, Instalaciones de producción de calor, Mantenimiento de instalaciones térmicas y de fluidos, Prevención de riesgos profesionales, Título profesional básico en mantenimiento de viviendas, Actividades marítimo-pesqueras, Audiología protésica, Educación y control ambiental, Emergencias y Protección Civil, Mantenimiento aeromecánico y Mantenimiento de estructuras de madera y mobiliario de embarcaciones de recreo.

Esa casi veintena forma parte de un listado total de 43 ciclos ordinarios con una empleabilidad superior al 90 por ciento, “es decir, que nueve de cada diez alumnos que finalizan encuentran trabajo y lo hacen de una forma rápida”, indicó Regueiro Tato. No obstante, Educación incide en su informe sobre la encuesta que todas las familias de FP superan el 75 por ciento. Al 100% llega la de Seguridad y medio ambiente, seguida en el podio por Instalación y mantenimiento, con un 97,3%, y Actividades físicas y deportivas, con un 93,6%.

El balance trasladado ayer en Santiago, del que el conselleiro se mostró “orgulloso”, permite constatar que un 93,7% de los titulados trabaja en Galicia en la actualidad y, en esa sentido, que la FP “fija población en el territorio”. El grueso de titulados trabaja en el sector privado —ocho de cada diez— pero otro 14,5% lo hace en el sector público y un 4,9% montó su propia empresa.

Además, el informe revela una reducción en la brecha de inserción entre hombres y mujeres; una “mejora significativa” de la inserción registrada en personas mayores de 30 años o cómo entre los titulados que trabajan es “mayoritaria” la percepción de que las empresas tuvieron en cuenta, cuando se postularon para un puesto, las competencias digitales que adquirieron durante el ciclo.