Un megaestudio confirma que beber a diario zumos naturales engorda

La ingesta diaria de estos jugos de fruta se asocia con un aumento de peso | “Son como los refrescos o peor”, destaca un experto

Zumos y frutas.

Zumos y frutas. / Shuterstock

Valentina Raffio

Da igual si son 100% naturales, ecológicos, orgánicos, con productos de proximidad o hechos en casa. Los zumos de fruta engordan. Y no, no equivalen a tomar una pieza de fruta al día. Más bien son como tomar un refresco azucarado. La revisión de estudios más grande jamás hecha sobre la materia confirma que el consumo de estos productos provoca un aumento de peso. Según desvela un análisis liderado por la Universidad de Toronto y Harvard, la ingesta diaria de zumos de fruta se asocia con un aumento significativo del peso.

La revisión sintetiza los hallazgos de 42 estudios en los cuales se analiza el impacto de los zumos de fruta en 45.851 niños y 268.095 adultos. En el caso de los menores, la evidencia científica apunta de forma inequívoca a que la ingesta diaria de zumos de fruta provoca un aumento significativo del índice de masa corporal (IMC). En el caso de los adultos, en cambio, también se encuentra una correlación entre el consumo de zumos y un incremento del peso corporal aunque, en este caso, el resultado es más variable. En ciertos escenarios se ha encontrado que las personas que consumen diariamente zumos de frutas pueden engordar de media hasta cinco kilos al año.

También apunta a que, hasta ahora, muchos de los estudios realizados para entender el impacto de los zumos de fruta en la salud de la población han sido sesgados por “graves conflictos de interés” de la industria alimentaria. “La recomendación sigue siendo limitar el consumo de zumos de frutas para prevenir la ingesta excesiva de calorías y el aumento de peso”, concluye el análisis más exhaustivo realizado hasta la fecha.

Hace años que los nutricionistas alertan del lado oscuro de los zumos de fruta. “No tiene nada que ver con tomar una pieza de fruta al día. Es como comparar hacer deporte con verlo por televisión”, explica Julio Basulto. La razón es simple. Cuando comemos una manzana, el proceso implica masticar el alimento, saciarnos con la fibra y metabolizar, poco a poco, los azúcares intrínsecos de la pieza. En el caso de tomar un zumo de manzana, en cambio, nuestro cuerpo recibe un “chute de calorías líquidas” ya que, en la práctica, estamos ingiriendo de forma muy rápida los azúcares libres de muchas manzanas. Y la respuesta del cuerpo frente a esto consiste en almacenar parte de esta energía en forma de grasa.

“Desde un punto de vista nutricional, los zumos de fruta son exactamente igual que los refrescos azucarados o incluso peor”, afirma Basulto. “Un refresco de naranja y un zumo de naranja tienen exactamente la misma cantidad de azúcares libres. La diferencia es que cuando la gente toma un refresco sabe que no es algo saludable. Con los zumos, en cambio, todavía son muchas las personas que los ingieren pensando que están haciendo algo bueno para su salud cuando, en realidad, no es así. Ese es el verdadero peligro de estos productos, que se venden haciéndose pasar por saludables cuando no lo son”, señala el nutricionista.

Según explica este divulgador científico, preocupa, sobre todo, el caso de la ingesta de zumos de fruta en niños. “Por un lado, porque sabemos que los niños toman más zumos. En gran parte porque sus padres creen que así los están ayudando a consumir más fruta. Y por otro lado, porque también sabemos que a estas edades el metabolismo va más rápido y el exceso de calorías provoca un aumento de peso más significativo”, comenta Basulto. ¿La solución? “Es preferible no tomar nada antes que tomar un zumo. Igual que es más importante dejar de comer mal que empezar a comer bien”, añade.

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