Los lípidos en sangre, potenciales biomarcadores de COVID persistente

Un estudio gallego abre la puerta a mejorar el tratamiento de la enfermedad

REDACCIÓN

Un estudio del Centro Singular de Investigación en Química Biológica y Materiales Moleculares (CiQUS), dependiente de la Universidade de Santiago (USC), señala a los lípidos en sangre como potenciales biomarcadores del COVID persistente. La investigación del CiQUS, liderada por Rebeca García Fandiño y con Pablo Garrido como autor principal, arroja una luz sobre los cambios en los lípidos sanguíneos de pacientes con COVID persistente, además de suponer un avance “en la comprensión de estas secuelas y abrir la puerta a mejorar su tratamiento”.

Utilizando técnicas de lipidómica, estudiaron un espectro de casi 400 lípidos polares distintos y, a partir de ahí, recurrieron a técnicas avanzadas de minería de datos y aprendizaje automático para desarrollar modelos de clasificación precisos que distinguen entre pacientes sintomáticos y asintomáticos de COVID persistente. El análisis reveló “alteraciones específicas relacionadas con la inflamación y la respuesta inmunológica continua”, ofreciendo una nueva perspectiva sobre la naturaleza persistente del COVID.

Además, algunos de estos lípidos fueron identificados como “potenciales biomarcadores”, lo que permitiría llevar a cabo diagnósticos más precisos y desarrollar tratamientos específicos para esta enfermedad.

El hallazgo, publicado recientemente en Journal of Infection and Public Health, ha sido posible gracias a la colaboración entre médicos e investigadores del CiQUS, la Facultad de Física de la USC, el Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), la Universidad de Córdoba y la Universidad del País Vasco.

“Esta investigación complementa los hallazgos recientes en el campo de la proteómica, donde se ha relacionado al COVID persistente con alteraciones a nivel proteico”, señala la investigadora principal del CiQUS.

Con estos avances, puntualiza la investigadora del CiQus, se encuentran “un paso más cerca” de desarrollar terapias más eficaces y personalizadas, mejorando así la calidad de vida de quienes se enfrentan los efectos prolongados del COVID.