Peticiones de las autonomías al ‘plan antitabaco’: fondos y autorregulación con incentivos

La propuesta de Sanidad volverá a ser evaluada el próximo miércoles

Adaya gonzález

Las comunidades están de acuerdo en revisar la normativa antitabaco, aunque difieren en el modo de hacerlo, y mientras las hay que quieren prohibirlo en más lugares como las terrazas, otras apuestan por la autorregulación mediante distintivos de calidad e incentivos fiscales a los espacios sin humo. La mayor parte de las consejerías apuraron hasta ayer, cuando vencía el plazo que les dio el Ministerio de Sanidad hace dos semanas, para proponer mejoras al Plan Integral Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo (PIT) 2024-2027.

Al cierre de esta edición, todas, salvo Andalucía, Navarra y Asturias, habían remitido ya sus propuestas. Una vez recibidas, el plan será evaluado en una reunión monográfica de la Comisión de Salud Pública el próximo 3 de abril que, de recibir el visto bueno, será sometido al Consejo Interterritorial que se celebrará dos días después. Reunión que la ministra de Sanidad, Mónica García, apremió a que culminara con “consenso” de todos para lograr “un país libre de humo”.

En las posturas de las comunidades, según trasladaron fuentes de sus consejerías a Efe, hay de todo, desde la apuesta decidida por más espacios en los que se prohiba fumar y vapear de Asturias o Cataluña, a las que se inclinan más por dejar de lado las imposiciones y establecer una serie de incentivos, como Baleares, Aragón o La Rioja. Muchas son las que echan en falta más concreción al plan y que vaya acompañado de una memoria económica. No obstante, el sentir general es que hay que tomar medidas para reducir la prevalencia, sobre todo en los más jóvenes.

Galicia, que ha implementado iniciativas como Playas sin humo que después amplió a Parques sin humo, sigue apostando por la autorregulación de espacios libres de tabaco y por la vigilancia de aquellos lugares dependientes de la Administración donde no está permitido fumar, pero insiste en la necesidad de actualizar el plan siempre buscando el consenso y de dotarlo de fondos para su puesta en marcha.