Más de 8.100 enfermeras españolas migraron a otra provincia o país en 2023

Noruega es el destino favorito de las profesionales que hacen la maleta para trabajar fuera de España

En ese territorio escandinavo su sueldo se multiplica por cuatro

Una enfermera, en un pasillo de un hospital gallego. |  // XOÁN ÁLVAREZ

Una enfermera, en un pasillo de un hospital gallego. | // XOÁN ÁLVAREZ / Nieves Salinas

Nieves Salinas

En la misma semana que el Ministerio de Sanidad ha presentado el nuevo Comité de Cuidados en Salud, que coordinará la enfermera Alda Recas, se han conocido datos del “exilio forzoso” de muchas profesionales españolas, tanto entre provincias y comunidades como al extranjero, en busca de mejores oportunidades. Una migración que retrató ayer el Consejo General de Enfermería (CGE) a través de un informe repleto de datos. En 2023, 8.119 enfermeras dejaron su provincia para trasladarse o bien a otra provincia/comunidad autónoma (6.646) o bien a otro país (1.473). En el top ten de destinos favoritos, Noruega, donde el sueldo de las profesionales se multiplica por cuatro respecto a su salario español.

Florentino Pérez-Raya, presidente del Consejo General de Enfermería, subrayó lo ya conocido sobre las condiciones de las más de 335.000 enfermeras que hay en nuestro país: “la razón principal para esta elevada movilidad no es otra que la precariedad laboral que vive el sector y dentro de ella la temporalidad y las malas condiciones laborales. Lejos del 8% marcado como objetivo por el Gobierno, la temporalidad entre las enfermeras no baja del 30% y pese a las OPE de estabilización, sigue siendo un lastre”.

Inestabilidad laboral, contratos por días e incluso por horas, bajos salarios, escasez de profesionales, el reconocimiento o no de la especialidad, el no ver reconocida la categoría profesional que deberían tener… “Renunciar a un contrato, que a veces se ofrece de un día para otro, supone una penalización que les lleva directamente al último puesto de la bolsa de empleo. ¿Cómo no van a buscar otro lugar, ya sea fuera de su provincia o en otro país?”, se preguntó Pérez-Raya.

Si se habla de migración internacional, José Luis Cobos, vicepresidente tercero del Consejo General, aportó datos que dibujan ese panorama en el que la solución pasa por irse a trabajar a otro país donde “las condiciones laborales que se ofrecen, no ya solo de salario o de ayudas para la adaptación al país y la vivienda, sino también de desarrollar su carrera profesional, son mucho mejores que en España”. Es el caso de países como Noruega, el principal destino ahora mismo de las enfermeras españolas, que pueden ver cómo su sueldo se multiplica por cuatro. En 2023, 1.473 enfermeras solicitaron la documentación necesaria para ejercer fuera de España. Los principales destinos: Noruega (336), Estados Unidos (226), Reino Unido (92), Irlanda (60), Países Bajos (43), Australia (41), Francia (40), Suiza (39), Canadá (22), Bélgica (13), Arabia Saudí (11) y Portugal (11).

“Las enfermeras españolas están muy solicitadas en los países más desarrollados del mundo. Nuestra formación y prestigio internacional las hace muy valiosas para cualquier sistema sanitario. Pero ello nos está haciendo perder capital humano muy preparado. Invertimos en formar profesionales altamente cualificados que se acaban yendo a otros países en busca de mejores condiciones, con lo que toda la inversión en formación que se ha realizado se pierde”, dijo Cobos. Un dato que se resaltó y habla de déficit: en Europa la ratio de enfermeras por cada 1.000 habitantes es de 8,73 y en España es del 6,3. De hecho, ocupamos el puesto 14 de 19 países según los últimos datos disponibles de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), de 2022.

A cambio, añadió José Luis Cobos, estamos incorporando a nuestro sistema sanitario a enfermeras procedentes de Latinoamérica. En 2021, último dato disponible, se homologó el título a 305 enfermeras extracomunitarias. Una cifra testimonial porque, como explicaba a El Periódico de España, del mismo grupo que LA OPINIÓN, la mexicana Carolina Carrada Hernández, residente en Madrid, que lleva desde ese mismo año confiando, con infinita paciencia, en la resolución de su proceso. En el ámbito sanitario, además de los médicos, alrededor de 7.500 enfermeras esperan en nuestro país a que se resuelvan sus expedientes.

“A nivel internacional existe una gran preocupación por la escasez de enfermeras, que provoca una gran migración internacional. El flujo siempre es el mismo, de los países más desfavorecidos a los más desarrollados que pueden ofrecer mejores condiciones laborales. La migración no debe ser una cuestión de comprar y vender enfermeras al mejor postor, porque siempre acaban perdiendo los que menos tienen”, incidió. Para quienes no quieren irse tan lejos a trabajar, la opción, dice el Consejo General, es moverse dentro del territorio nacional, a otra provincia o a otra comunidad autónoma. Según los datos de los colegios provinciales de Enfermería, en 2023 se dieron de baja por traslado a otra provincia —la colegiación en España es provincial— un total de 6.646 profesionales.

Diego Ayuso, secretario general del CGE, explicó que el desempleo actualmente es prácticamente nulo en la profesión. “La forma de conseguir atraer enfermeras es que se trasladen de otro lugar, de ahí que exista una alta movilidad dentro del territorio nacional”, dijo. La escasez de enfermeras, cómo no, marca esos traslados. Además, se da la circunstancia de que hay una gran disparidad entre unas comunidades y otras llegando casi a duplicarse entre la que más tiene, Navarra (8,93) y la que menos tiene, Murcia (4,74). Para Ayuso “no es casualidad que la región que más enfermeras tiene sea también la que mejores condiciones ofrece a sus profesionales.

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