Los Mossos d´Esquadra detuvieron a trece personas en una operación que permitió desarticular una red de proxenetas que supuestamente controlaba la prostitución de pie de carretera en la C-35 y en dos tramos de la N-II, en ambos casos en Girona. Según la policía catalana, los detenidos tenían su centro de operaciones en Lloret de Mar (Girona) y al parecer coaccionaban y amenazaban a las mujeres que se dedicaban a la prostitución para que trabajaran para su organización en unas condiciones "penosas e insalubres". Al parecer, según los Mossos, los miembros de la red desarticulada, la mayoría de origen búlgaro, obligaron a una de las mujeres a ejercer la prostitución a pie de carretera durante todo un día cuando estaba embarazada de siete meses.

Además, si alguna mujer ofrecía bajo rendimiento o intentaba quedarse parte de los beneficios obtenidos a través de los servicios sexuales prestados, los proxenetas las maltrataban físicamente. Los miembros de esta red están involucrados además en el tiroteo registrado el pasado 26 de febrero en una gasolinera de Vidreres (Girona), en el que una persona resultó herida con arma de fuego en una disputa territorial con otra banda de proxenetas.