La sentencia condena a Abdelali Bougholem, marroquí de 26 años, a quince años de cárcel por el delito de agresión sexual continuado, pena máxima prevista, "teniendo en cuenta la continuidad delictiva, la brutalidad de la agresión y la edad de la víctima en el momento de los hechos, que únicamente contaba 16 años de edad".

Además, impone al acusado once años de prisión por cooperar en otro delito de agresión sexual, y cinco años más por el delito de robo con violencia e intimidación, mientras que por cada una de las faltas de lesiones la pena es de 35 días con una cuota diaria de 8 euros.

El presidente de la Sección Segunda de la Audiencia de Tarragona también prohíbe que el acusado se acerque a la víctima y a su novio a una distancia inferior a 500 metros, o se comunique con ellos directa o indirectamente durante un periodo de 40 años.

Por otra parte, se acuerda la expulsión del territorio nacional de Abdelali Bougholem, en situación irregular en España, en el caso de que acceda al tercer grado penitenciario o una vez que se entiendan cumplidas las tres cuartas partes de la condena.

En concepto de responsabilidad civil, deberá indemnizar a la víctima, M.C.C., en la cantidad de 12.930 euros, y al novio de la joven, Francisco J.A., en la cantidad de 3.326 euros.

La sentencia declara probado que entre las 00.30 y la 01.00 horas del día 7 de junio de 2007, en la playa de la Savinosa de Tarragona, Abdelali Bougholem, en compañía de una segunda persona no identificada, se acercó a M.C.C. y a Francisco J.A., y les preguntó si tenían tabaco.

Al contestar éstos que no, Abdelali Bougholem sacó una navaja y se la colocó a Francisco en el estómago diciendo "pues ya sabes lo que hay, dame todo lo que lleves", mientras la otra persona le tapaba la boca a M.C.C. y la golpeaba para evitar que se marchara.

Abdelali Bougholem comenzó a empujar a Francisco y a alejarle del lugar donde estaban M.C.C. y la persona no identificada, le registró los bolsillos y le cogió el móvil, mientras le golpeaba con la empuñadura de la navaja en la cabeza, el pecho y la espalda, diciendo que no le mirara, hasta que el chico "pudo zafarse y salir corriendo".

Entonces Abdelali Bougholem y la segunda persona cogieron a M.C.C. cada uno de un brazo y la llevaron a un paraje situado entre la playa de la Savinosa y Cala Romana, donde el acusado y su amigo la violaron en repetidas ocasiones, hasta que la chica pudo saltar desde las rocas al mar, y nadó hasta una playa donde pidió auxilio.

La sentencia recoge que, aunque el acusado se declaró inocente en el juicio, celebrado el pasado 30 de septiembre en la Audiencia de Tarragona, es el autor de los hechos que se le imputan, ya que las víctimas lo reconocieron en la rueda de reconocimiento y se halló su material genético en las muestras tomadas a la chica.