Los cadáveres de dos mujeres jóvenes de rasgos asiáticos, probablemente chinas, fueron hallados ayer en un piso de Pontevedra con síntomas de haber sufrido una muerte violenta. A la espera de lo que determine la autopsia, todo apunta a que la causa de la muerte fue por asfixia. Al menos una de las víctimas apareció amordazada y atada al lado de una de las camas de la vivienda. El cuerpo sin vida de otra persona fue localizado después cubierto por una manta.

A los inspectores de la Comisaría Provincial de Pontevedra se sumaron a última hora de la tarde de ayer los miembros una unidad especializada de la Policía Científica llegada desde Madrid. El traslado de los efectivos de este equipo de investigación desde la capital del Estado provocó que se demorase el levantamiento de los cadáveres. De hecho, los agentes pontevedreses decidieron no alterar el escenario del crimen hasta que llegaran sus compañeros desde Madrid y varios funcionarios de Comisaría custodiaron durante toda la tarde el apartamento en el que residían estas dos mujeres. Por este motivo, al cierre de esta edición, la Policía Nacional de Pontevedra no había confirmado oficialmente que el segundo cadáver hallado en el interior de la vivienda fuera el de una mujer, aunque, por su fisonomía, todo hacía indicar que se trataba de la compañera de piso de la joven que había sido hallada muerta al lado de su cama.

La policía no descarta que ambas personas llevasen muertas varios días, un hecho que podría corroborar la versión dada por algunos vecinos que explicaron como los agentes entraron en el apartamento provistos de mascarillas.

No forzaron la puerta

La persona o personas que terminaron con la vida de estas dos mujeres no forzaron la entrada al apartamento ya que la cerradura no mostraba signos de haber sido violentada, según explicaron fuentes de la investigación. Aunque el piso se encontraba revuelto, ninguno de los vecinos del inmueble había escuchado ningún ruido extraño en los últimos días. Hacía cosa de un mes dos mujeres jóvenes de rasgos asiáticos habían alquilado el piso. Tenían entre 20 y 30 años y medían entre 1,55 y 1,60, según los vecinos. "La última vez que las vimos pudo ser el lunes por la tarde", dijo uno de los residentes en el edificio. Otra testigo asegura que siempre las veía a las dos solas y que hace tan sólo unos días que abrió el portal del edificio a dos varones, también con rasgos asiáticos, que entraban en el edificio.

Los cadáveres permanecieron durante todo el día en el apartamento donde apareciero, a la espera de que llegase la unidad especializada desde Madrid para participar en la inspección ocular que comenzó pasadas las nueve de la noche. Fuentes oficiales explicaron que la presencia en Pontevedra de este equipo tiene como objetivo reforzar los medios técnicos con los que se va a llevar a cabo la investigación.

Durante varias horas peinaron cada rincón del apartamento para intentar identificar de forma definitiva a las jóvenes hasta que finalmente el juez ordenó que fueran retirados los cadáveres. La inspección del inmueble en el que se produjeron los hechos continuará a lo largo de la jornada de hoy.

Posible móvil

En cuanto al móvil de este doble crimen, la policía no descarta ninguna hipótesis. Ayer se especulaba con la posibilidad de algún ajuste de cuentas entre personas de nacionalidad asiática, concretamente de origen chino, sin embargo desde Comisaría un portavoz manifestó que es demasiado pronto para aventurar alguna posibilidad en concreto. En cualquier caso, la Policía Nacional guardaba ayer un mutismo absoluto sobre los detalles de la investigación, después de que el juzgado de guardia de la ciudad decretase el secreto de sumario.

Lo que sí trascendió es que las dos mujeres podrían estar ejerciendo la prostitución en este piso de reciente construcción al que hacía poco que se trasladaron.