Libertad con cargos. Esto es lo que ha decretado el juez para el primer detenido que pasa por sede judicial en relación con el asesinato de dos mujeres de nacionalidad china a finales del pasado mes de abril en un piso de la calle Amado Carballo de Pontevedra.

Dado que las actuaciones se desarrollan bajo un estricto secreto sumarial, poco ha trascendido de la declaración de esta persona. Sólo que fue interrogado por el juez de guardia el pasado viernes por la tarde en los juzgados de A Parda hasta donde fue conducido por efectivos de la Policía Nacional.

Acerca de él y de su relación con el crimen se sabe que no es un ciudadano de origen asiático como las dos víctimas, sino que se trata de un vecino de Pontevedra que, al parecer, ya había sido interrogado por la Policía Nacional días después de la aparición de los cadáveres de Kung Yong y Guang Qu en el piso en el que supuestamente ejercían la prostitución.

Los investigadores consideran que este primer detenido no es el autor material del doble asesinato. Sin embargo, los datos recabados a lo largo de estos 18 días de intensas pesquisas permitieron a los agentes poner en entredicho el testimonio que había prestado inicialmente, y se levantaron sospechas razonables acerca de la veracidad de su declaración. También se sospechó que podría estar en conocimiento de algún hecho relevante para el esclarecimiento del crimen, datos que no habría llegado ni a mencionar en sus primeras manifestaciones. Ante estas sospechas, se ordenó su detención para presentarlo ante la autoridad judicial y que ampliase sus declaraciones policiales. Además, fuentes próximas al caso señalan que se investiga si pudiera haber incurrido en alguna infracción por obstrucción a la Justicia.

La detención de esta persona demuestra que la investigación avanza a buen ritmo y que podría tomar impulso a raíz de estos acontecimientos. En cualquier caso, fuentes conocedoras de las actuaciones indican que es demasiado pronto para descartar alguna de las diferentes hipótesis que se barajan. Dos de ellas son las que tienen más fuerza: la primera relacionada con alguno de los clientes que requerían los servicios de las dos orientales en el piso de Amado Carballo. La segunda estaría relacionada con algún tipo de ajuste de cuentas derivado del negocio de la prostitución y en el que no se descarta la participación de otros grupos de origen asiático.

Los cadáveres de las dos mujeres aparecieron el pasado 29 de abril con evidentes síntomas de violencia.

Llevaban muertas desde el lunes o el martes de esa semana y una estaba maniatada y había sido asfixiada con una cinta adhesiva con la que le taparon la nariz y la boca, mientras que la otra fue estrangulada por el asesino con sus propias manos. Su cuerpo apareció enrollado en una sábana.

En las jóvenes no había signos de lucha y la puerta del piso no fue forzada, por lo que se creen que ellas mismas abrieron al asesino, si bien no se descarta que el doble crimen fuera obra de varias personas.

El hallazgo de los cadáveres de las mujeres chinas causó una gran alarma y la policía de Pontevedra se ha visto reforzada con un equipo especializado desplazado desde Madrid.