El suceso ocurrió pese a que tenía una orden de alejamiento por dos episodios anteriores de maltrato doméstico.

Durante el juicio, el hombre intimidó a una amiga de la víctima que acudió a declarar como testigo, diciéndole "te vas a enterar", por lo que la sentencia acuerda enviar el caso al juzgado de guardia para que abra diligencias si considera que dicha advertencia puede constituir delito.

La Audiencia de Barcelona ha condenado a José Manuel Gómez por un delito de asesinato y otro de quebrantamiento de condena, además de violencia habitual en el ámbito familiar, de acuerdo con el tribunal popular que lo juzgó, que estimó que antes del crimen había habido otros episodios de maltrato.

El asesinato ocurrió el 12 de diciembre de 2006 en el piso de Viladecans en el que vivía la pareja cuando José Manuel Gómez, de forma inesperada, cogió un cuchillo de cocina y asestó a su novia 23 puñaladas hasta matarla.

José Manuel Gómez había sido condenado en sentencias firmes por haber maltratado a la víctima en dos ocasiones anteriores y por violar la orden de alejamiento que tenía impuesta.

Según esas sentencias, el 11 de marzo de 2006 el procesado abofeteó a la víctima y la persiguió por el interior de la casa, hasta acabar amenazándola con un cuchillo de cocina y, unos quince días después, cuando ya tenía una orden de alejamiento, entró en una peluquería donde ella se encontraba y le pegó dos tortazos en la cara.

Pese a esos dos episodios de violencia machista, la mujer perdonó en julio de 2006 al procesado y solicitó al juzgado que suspendiera la prohibición de aproximación y comunicación con José Manuel Gómez, petición que le fue denegada.