La policía italiana detuvo ayer en la localidad siciliana de Calatafimi a Domenico Raccuglia, número dos de la Cosa Nostra, la mafia siciliana. Raccuglia, de 45 años, estaba incluido en la lista de 30 personas más buscadas por las fuerzas de seguridad italianas.

En la tarde del domingo, al percatarse de su inminente arresto, Raccuglia saltó desde una terraza del edificio en el que se encontraba, pero la Policía había rodeado todo el inmueble y logró su detención.

La detención del capo mafioso, huido desde hace 15 años "es uno de los más duros golpes propinados a la mafia en los últimos años porque era el número dos de facto de la Cosa Nostra", explicó el ministro del Interior italiano, Roberto Maroni, en declaraciones recogidas por los medios de comunicación italianos.

Maroni telefoneó al jefe de Policía, el prefecto Antonio Manganelli, para felicitarle por la operación, desarrollada por el equipo móvil de Palermo. "La captura de Raccuglia es un éxito importante de investigación", dijo.

"Raccuglia está considerado el número dos, por peso criminal, en la lista de buscados de la Cosa Nostra después de Matteo Messina Denaro", indicó el fiscal nacional antimafia, Piero Grasso. "Este es un arresto de extraordinaria importancia, hemos tomado uno de los líderes absolutos de la Cosa Nostra todavía en circulación en un momento de ascenso en la jerarquía de la mafia", afirmó, por su parte, el fiscal adjunto de Palermo, Antonio Ingroia, que coordinó la investigación que condujo a la detención de Raccuglia.

Raccuglia, El Veterinario, está considerado como uno de los sucesores de Toto Riina, uno de los dirigentes históricos más sanguinarios de la Cosa Nostra, y está condenado en ausencia a tres cadenas perpetuas por asociación mafiosa, secuestros, extorsiones y homicidios, pero es especialmente escabroso el caso de Giuseppe di Matteo, un niño de once años e hijo de un "arrepentido" que fue secuestrado en 1993, mantenido en cautiverio durante más de dos años, tras los que fue asesinado. Su cuerpo fue disuelto en ácido para eliminar pruebas.

El detenido tenía su centro de operaciones en la ciudad de Partinico, situada entre las ciudades sicilianas de Palermo y Trapani, y estaba considerado la mano derecha de Giovanni Brusca, por orden de quien secuestró a Di Matteo.

Brusca finalmente se convirtió en "arrepentido" tras su detención, en 1996.