Los equipos de rescate buscan a dos buceadores valencianos que desaparecieron ayer tras hundirse el barco en el que navegaban a doce millas (siete kilómetros) de la ciudad egipcia de Sharm El Sheij, en el mar Rojo, según informó el Ministerio de Exteriores. Se trata de Israel Pérez Muñoz y María Lourdes González Villarroya, ambos de 33 años, residentes en Valencia y pareja.

El presidente de la Federación de Actividades Subacuáticas de la Comunidad Valenciana, Antonio Buigues, aseguró que ambos turistas llevaban tres días en la zona en una viaje organizado por el centro de buceo Dolphins, del municipio alicantino de Jávea.

En el momento del naufragio, una veintena de personas viajaba en el Coral Princess, de los que 14 españoles y 5 egipcios ya fueron rescatados y trasladados al hospital internacional de Sharm El Sheij para ser atendidos. Los supervivientes del hundimiento quizá puedan regresar a España este domingo. Por el momento se encuentran en un hotel egipcio. Hay heridos leves con golpes y pequeños cortes.

Los hechos ocurrieron a las cinco de la madrugada, media hora después de partir del puerto hacia Ras Mohamed, una zona donde hay abundantes corales y donde se encuentran los restos de un mercante de la Marina Británica, muy conocidos entre los submarinistas.

"El barco iba cada vez más de lado. Llegó un momento en que tuvimos que salir corriendo a cubierta", señaló uno de los pasajeros del buque, Antonio García, quien se quejó del comportamiento de la tripulación y el capitán. "No hicieron nada", apuntó. El español explicó que la mayoría del grupo, que había contratado una excursión de buceo, consiguió subir a una zodiac y a uno de los botes salvavidas de la embarcación, donde se dieron cuenta de que faltaban dos personas.

"Son una pareja joven de Valencia. La chica estaba en el camarote y el chico ayudó a otro a salir por una ventana y cuando fue a salir, un golpe de agua se lo llevó para atrás", agregó García. Los compañeros de la pareja creen que están muertos. En cuanto a las posibles causas, los primeros informes señalan al mal tiempo y al gran oleaje existente en la zona.