Un joven buceador del municipio pontevedrés de Redondela murió ayer en aguas próximas al puente de Rande, en la ría de Vigo, cuando se dedicaba a la pesca furtiva de vieiras en plena madrugada. El cuerpo de Juan Alberto R. M., de 33 años, fue rescatado por los submarinistas del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil que participaron en el amplio dispositivo que rastreó la zona durante cinco horas en busca de la víctima tras recibirse una llamada de un compañero del buzo alertando de que llevaba demasiado tiempo en el agua y temía que hubiese sufrido algún percance. El cadáver fue hallado a unos diez metros de profundidad junto a dos sacos de vieiras, uno de los cuales estaba enganchada al fallecido. La Policía Nacional y el juzgado de guardia redondelano se han hecho cargo de la investigación del siniestro.

El operativo de búsqueda se activó a las siete de la mañana. Salvamento Marítimo recibía a esa hora una llamada de un joven, R.G.G., alertando, según este servicio, de que su "compañero de buceo" llevaba más de dos horas sumergido en la zona del estrecho de Rande, entre el puente y un polígono de bateas. Fue en ese momento cuando se estableció un dispositivo por mar y tierra en el que participaron la Salvamar Mirach, la patrullera GCM-13 de la Guardia Civil del Mar, varias embarcaciones de Protección Civil, así como buceadores pertenecientes a los GEAS y a los bomberos. Tras cinco horas de intensos rastreos, poco después de las doce del mediodía los submarinistas de la Benemérita encontraban el cadáver a una profundidad de entre ocho y diez metros y a poca distancia del punto donde se había sumergido el fallecido, que al parecer tenía experiencia como buzo y trabajaba en la instalación de pantalanes.