El asalto frustrado en Mondariz-Balneario es el tercero que se produce en el área metropolitana de Vigo en apenas cuatro días, y el séptimo atraco bancario en Galicia en lo que va de año. El subdelegado del Gobierno, Delfín Fernández, rechazó ayer que se trate de una oleada de robos violentos y apuntó que son "incidentes puntuales", si bien despiertan "alarma social". La principal hipótesis que baraja la Guardia Civil, que se ha hecho cargo de los tres asaltos del sur de Pontevedra, es que no han sido cometidos por las mismas personas. Aunque en todos los casos se usaron armas de fuego y cuchillos, el modus operandi es distinto, y cometer robos tan seguidos en la misma zona conlleva el riesgo de ser detenido. El primero de los asaltos tuvo lugar en la madrugada del domingo, poco después del partido Madrid-Barça, en la cervecería Casa Parroquial de Tomiño. Dos encapuchados dispararon un tiro al techo para convencer a clientes y responsables del local de que iban en serio, llevándose más de 400 euros. El segundo atraco se produjo el lunes, a primera hora de la mañana, en la sucursal de Caixanova en el centro de A Guarda. Los ladrones abrieron un butrón y dos de ellos -con el rostro cubierto- esperaron dentro a los trabajadores. Tras golpear con la culata de una pistola al director, se llevaron 120.000 euros y dejaron maniatados a los empleados.