Trágico y aparatoso accidente de tráfico en Vigo. Un joven conductor vigués de 23 años, Adrián Carnero Pereira, falleció a primera hora de la mañana de ayer en un siniestro registrado en la P0-552, en la carretera de Camposancos, debido a una colisión de dos turismos en una rotonda. El choque, según testigos y amigos, se produjo apenas segundos después de que el fallecido saliese de repente de un establecimiento muy cercano en el que estaba con unos compañeros, al parecer tras una discusión con uno de ellos, y decidiese coger el coche pese a que no solía conducirlo él desde una reciente operación ya que tenía el brazo lesionado y con un cabestrillo. "Tuvimos que ir sus mejores amigos a sacar el coche de encima; murió delante de nosotros y estamos todos muy mal", relataba ayer destrozada una amiga de la víctima.

El accidente ocurrió minutos después de las siete de la mañana en la P0-552, vial que enlaza Vigo con Baiona, según la Guardia Civil de Tráfico. El impacto se produjo en una intersección, cuando el turismo Peugeot 306 que guiaba una chica que venía de Vigo chocó con su parte delantera contra la puerta del conductor del Seat Ibiza, lo que provocó que el joven vigués que guiaba este vehículo perdiese la vida. La conductora del Peugeot resultó con lesiones leves. Hasta el lugar se trasladó la Policía Local de Vigo, agentes de la Guardia Civil -que se hicieron cargo del atestado al tratarse de un siniestro ocurrido en su área de influencia- y sanitarios del 061, que ya no pudieron hacer nada por salvar la vida de la víctima mortal de este siniestro. Un testigo relataba ayer que el joven salió disparado ya que "no llevaba el cinturón de seguridad porque le molestaba al tener el cabestrillo en ese mismo lado".

El fallecido fue trasladado horas después a la sala de velaciones número 4 del tanatorio Emorvisa, en cuya capilla se oficiará hoy, a las dos menos cuarto de la tarde, una misa previa a la incineración de sus restos mortales. A lo largo de la tarde de ayer fueron muchos las personas que se acercaron hasta el tanatorio vigués para dar el pésame a los familiares del joven.

El siniestro de Vigo fue el más grave de la jornada de ayer en las carreteras gallegas. Pero hubo otros aparatosos accidentes, como uno que se produjo en Combarro (Poio), donde un vehículo acabó empotrándose contra un hórreo. El siniestro, que se saldó con un herido y numerosos daños materiales, ocurrió de madrugada en la PO-308, que enlaza Poio con Sanxenxo.

El año pasado las carreteras dejaron de nuevo un dramático balance: 60 personas perdían la vida sobre el asfalto en la provincia de Pontevedra. El dato era "menos malo" que años anteriores, pero aún así se trata de un coste de vidas elevado. Tras el estudio en detalle de los datos de siniestralidad durante la reciente Junta Provincial de Seguridad Vial, desde Tráfico señalan que un mayor uso de los dispositivos de seguridad podría rebajar el número de víctimas, sobre todo si se tiene en cuenta que un tercio de los fallecidos (22) no utilizaba ninguno de los dispositivos obligatorios o recomendados: el cinturón en los vehículos, el casco en motos y bicicletas y el chaleco reflectante en el caso de los peatones.

Para los expertos, de entre los elementos de seguridad del vehículo el cinturón sigue siendo el más eficaz para salvar vidas pese a su sencillez. Aunque su uso se generalizó en los últimos años, sigue siendo la segunda causa de multa más frecuente en la provincia, tan sólo superado por el exceso de velocidad. El año pasado se incrementaron las denuncias por no utilizarlo y un 34% de los muertos no lo llevaban. En cuanto al chaleco reflectante en peatones, su uso es una recomendación de la DGT, sobre todo en vías interurbanas y si hay poca visibilidad. De los 11 atropellos mortales de 2009, sólo un peatón vestía esta prenda.