Al igual que ocurrió en Fuenteovejuna, la sentencia por los incidentes surgidos a raíz del traslado de varias familias de O Vao a Monte Porreiro en Pontevedra -por los que seis vecinos fueron juzgados- viene a decir que un grupo de residentes de este barrio protagonizaron unos hechos "reprobables" instigando a los realojados a que se fueran, pero que, sin embargo, dichos hechos no pueden ser atribuidos de forma individual a determinadas personas, las acusadas, en concreto, debido a la falta de pruebas contra ellos.

La juez absuelve de todas las acusaciones a tres de ellos Ángel Mario Lago, José Manuel Dopazo y Ana María Darrosa, mientras que condena únicamente por una falta de coacciones a una de las vecinas de Monte Porreiro, Laura Noceda Pintos, a la que impone una multa de 75 euros. La juez se lamenta de una "incompleta labor policial" por no haber identificado a los participantes en la concentración nocturna que se produjo la noche del 11 de marzo de 2008 ante las viviendas de estas personas de etnia gitana.

El traslado de estas familias a Monteporreiro formaba parte del desmantelamiento del poblado chabolista.