La policía busca a la falsa santera que, en 2007 y junto a su familia, estafó a cuatro vecinos en A Coruña. La principal sospechosa, Zenilde Borges, salió absuelta del proceso tras reconocer la Justicia que se había confundido al señalarla. Las víctimas la reconocieron porque su parecido físico con la acusada es notable y porque es rubia y brasileña, como la sospechosa.

El nuevo cotejo de huellas realizado por la Policía Nacional hace cinco meses fue fundamental para probar la inocencia de Zenilde Borges. Las marcas dactilares del piso de la calle Camelias de Vigo, donde también estafó a varios clientes, pertenecían a otra brasileña, Dora N., además de a su marido Hugo y a un hijo del matrimonio, Bruno. Los tres estaban fichados porque fueron detenidos junto a otras cinco personas en septiembre de 2007 por dedicarse al timo de la santería: el arresto se produjo en Palma de Mallorca, pero también actuaron en otras ciudades como Zaragoza y Córdoba. El dinero estafado supera los 180.000 euros.

"Yo de santería no sé, pero creo en Dios, tengo mucha fe y sabía que esta injusticia no podía salir adelante. Tenía la seguridad de que al final se iba a demostrar mi inocencia", aseguraba ayer Zenilde Borges, ya absuelta de todos los cargos que se le imputaban y recordaba que la acusación, los días en prisión preventiva y el haber tenido que hacer frente a una fianza de 300.000 euros con dinero prestado y procedente de hipotecas en sus bienes le habían hecho "mucho daño", aunque no tanto como el haber visto cómo a sus hijos les decían que su madre era una estafadora allá donde iban y el haber escuchado, de boca de las víctimas, que era una ladrona.

Borges ha vuelto ya a Mérida, el lugar en el que reside con su familia y desde donde gestiona la red de locales de alterne que tiene por varias provincias españolas.